La investigación de un crimen en el Lago de Sanabria culminó con la detención de tres personas de nacionalidad portuguesa, por su presunta implicación en el asesinato de Jaime Gomes, un hombre de 70 años, también de origen luso y residente en Verín. Los detenidos son dos hombres de alrededor de 70 años y una mujer de 49. Los tres mantenían un vínculo de amistad con Gomes, pero el dinero acabó pesando más que esos lazos, a la luz del relato que dieron a conocer los investigadores.
“Nos quedamos con la hipótesis económica”, explicaban fuentes de la Guardia Civil, que cooperó en las detenciones con la Polícia Judiciária lusa. Uno de los detenidos compartía cuentas bancarias con Gomes, que ingresaba una pensión del Reino Unido fruto de su vida laboral en el país británico. La prestación era “dos o tres veces la que cobraba en Portugal”.
Identificación completa
Gomes apareció en la localidad zamorana de Galende el 27 de diciembre de 2019. Alguien lo había ahogado en el río Tera, cerca de la desembocadura del lago de Sanabria. Dos personas hallaron el cadáver delgado, de edad avanzada y estatura mediana de Gomes. Sin embargo, la incógnita sobre su identidad planeó durante meses sobre los investigadores: no portaba ningún documento ni objeto que esclareciera de quién se trataba.
El Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil tomó muestras de ADN de aquel cadáver inidentificable. Dieron negativo en las bases nacionales. Finalmente, tras un llamamiento internacional, acabó dando positivo en julio de 2020 en las bases del Reino Unido, donde Gomes había emigrado para trabajar y registrar una cuenta de antecedentes penales. Sus relaciones con personas con antecedentes en Verín hicieron que los investigadores barajaran otras hipótesis sobre el móvil del crimen, aunque finalmente se impuso la económica.
35.000 euros
Desde la muerte de Gomes, los detenidos se habían agenciado 35.000 euros en pensiones de la víctima, tal y como relatan fuentes de la investigación. Una de las personas arrestadas se encargaba de los cuidados del fallecido en Verín y de su compañero de piso.
Después de varios registros en dos vehículos propiedad de los investigados en Chaves, así como en diversos domicilios tanto de Chaves como de Vidago -en el mismo municipio-, la Polícia Judiciária detuvo a estas tres personas el 17 de agosto de este año. Fueron extraditadas y trasladadas a la prisión pontevedresa de A Lama. Ahora, dos de ellas están en prisión provisional y la tercera cumple condena en Portugal por un delito ajeno a este crimen.
La raia y la pandemia
La investigación para esclarecer el crimen no fue sencilla y se alargó durante cuatro largos años. A las dificultades para identificar el cadáver de Gomes se les unieron otras dos trabas: la pandemia de coronavirus y la raia, a pesar de que la Guardia Civil mantiene una estrecha colaboración con las fuerzas portuguesas del orden.
Fuentes de la Guardia Civil detallan cómo el estado de alarma por el covid “complicó” los seguimientos de los sospechosos, ya que apenas salían de casa. Asimismo, la burocracia internacional (extradiciones, autorizaciones…) dilató también los plazos. Los presuntos autores fueron extraditados una vez detenidos y declararon en el Juzgado de Puebla de Sanabria.
