La Confederación Hidrográfica del Duero, con competencias en las riberas del río Támega, no avala el Plan de Ordenación Urbana de Verín porque Tamagos, Queizás y A Perguiza son zonas inundables y el desarrollo urbanístico en ellas ha de ser muy restrictivo. El organismo de cuenca acaba de informar desfavorablemente el documento urbanístico y, según el alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, no permite su aprobación hasta el próximo año, cuando estará listo y será dado a conocer el nuevo Plan Hidrológico de cuenca.
La negativa de la Confederación a avalar el Plan cayó como un jarro de agua fría en el Concello. El alcalde asegura que ya no sabe qué hacer para sacar el planeamiento adelante. Ya se produjo un primer dictamen desfavorable hace meses, recuerda el regidor, lo que obligó al Concello a elaborar un informe específico para salvaguardar el desarrollo urbanístico en esas áreas, pero también fue rechazado por la Confederación.
Ocurre que el aval de esta administración es preceptivo para continuar con la tramitación del documento, que sólo está pendiente de la aprobación provisional por parte de la Corporación municipal y posteriormente de la Xunta, que lo ratificaría. 'El Plan que elaboramos en 1998 era mucho más expansivo hacia el cauce del Támega y entonces la Confederación Hidrográfica no puso ningún obstáculo. Por contra, en este nuevo proyecto que protege mucho más las riberas, se niegan a informarlo favorablemente', explicó el regidor.
Para solventar la situación, el Concello trabaja en dos vías distintas. Por un lado, convocó para dentro de una semana a los técnicos redactores del proyecto y asesores jurídicos para analizar la situación aunque tampoco descarta 'llevar el Plan al Juzgado, denunciar a la Confederación Hidrográfica y a ver si así podemos aprobarlo', señaló.
Otro de los caminos abiertos pasa por negociar con la Xunta. Jiménez ya solicitó una reunión con los técnicos de Urbanismo para ver si es posible tramitar y aprobar el documento para evitar la parláisis urbanística, dejando pendientes de aprobación las tres zonas -A Perguiza, Tamagos y Queizás- a las que la Confederación pone problemas y que serían objeto de un plan especial o ratificadas con posterioridad.
Ocurre que el aval de esta administración es preceptivo para continuar con la tramitación del documento, que sólo está pendiente de la aprobación provisional por parte de la Corporación municipal y posteriormente de la Xunta, que lo ratificaría. 'El Plan que elaboramos en 1998 era mucho más expansivo hacia el cauce del Támega y entonces la Confederación Hidrográfica no puso ningún obstáculo. Por contra, en este nuevo proyecto que protege mucho más las riberas, se niegan a informarlo favorablemente', explicó el regidor.
Para solventar la situación, el Concello trabaja en dos vías distintas. Por un lado, convocó para dentro de una semana a los técnicos redactores del proyecto y asesores jurídicos para analizar la situación aunque tampoco descarta 'llevar el Plan al Juzgado, denunciar a la Confederación Hidrográfica y a ver si así podemos aprobarlo', señaló.
Otro de los caminos abiertos pasa por negociar con la Xunta. Jiménez ya solicitó una reunión con los técnicos de Urbanismo para ver si es posible tramitar y aprobar el documento para evitar la parláisis urbanística, dejando pendientes de aprobación las tres zonas -A Perguiza, Tamagos y Queizás- a las que la Confederación pone problemas y que serían objeto de un plan especial o ratificadas con posterioridad.
