La Confederación del Duero vigila que la instalación de represas no ocasione daños a la vida del río

El Seprona revisa las zonas de baño en el Támega y el Bubal

La represa instalada en el río Támega para habilitar la playa fluvial de Verín. (Foto: MARCOS ATRIO)
Siete agentes fluviales de la Confederación Hidrográfica del Duero inspeccionan estos días, junto con los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) la instalación de represas en los cáuces de los ríos Támega y Búbal para habilitar zonas de baño. La fiscalización tiene como objetivo impedir que algunos tramos de ambos ríos se queden sin agua y se asfixien los peces y resto de fauna acuática.
En el organismo de cuenca no concretaron si la instalación de represas ocasionaron algún tipo de daño en ambos ríos en veranos pasados, pero recuerdan que sólo en un tramo de menos de dos kilómetros hay tres represas, las instaladas entre Mixós y Vilela, en el propio Verín y en Pazos. 'Las barreras para contener el caudal son muy altas y, hasta que no rebosa el agua, el río se queda seco con el consiguiente peligro para la vida acuática', explicaron en la Confederación Hidrográfica, recalcando que no se oponen a la habilitación de zonas de baño pero respetando la vida en ambos ríos.

Los agentes, en caso de detectar anomalías, abrirán el correspondiente expediente sancionador que acabará en una sanción contra el Concello afectado.

En el caso de Verín, el grupo de gobierno solicitó autorización para instalar represas en Vilela, Verín -está ya está colocada- y Pazos, comprometiéndose a respetar el caudal ecológico para evitar daños en la fauna y flora acuática, según explicaron en el Concello. De hecho, el agua acumulada en en el propio casco urbano de Verín ya rebosa por encima de las compuertas, lo que permite al río mantener prácticamente, aguas abajo, el mismo caudal.

El grupo de gobierno de Monterrei también solicitó autorización para instalar otra represa en el Búbal a su paso por Vilaza. 'No nos dan el permiso hasta el día 28, pero claro que hay que mantener continuamente el caudal ecológico', explicó el alcalde, José Luis Suárez Conde, recalcando que al colocar las barreras para retener el agua hay que abrir un agujero. 'Tarda días en llenarse la represa, pero mejor así que provocar la asfixia de los peces', señala.


PIEDRAS Y TIERRA

Dentro del río Búbal, los vecinos de Medeiros y A Granxa (Oímbra) también acondicionan su propia zona de baño, pero en este caso reteniendo el agua con piedras y tierra, que según fuentes del Seprona, permiten que el agua se filtre entre los agujeros y con ello mantener el caudal.

El organismo de cuenca no autorizará a los vecinos de Tamaguelos (Verín) el acondicionamiento de su zona de baño, habilitada hace más de dos décadas, junto con un área de recreo (en la actualidad está prácticamente abandonada y cubierta de maleza), al considerar que una limpieza ocasionaría daño a la fauna acuática.

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