El capitán de EEUU secuestrado sigue vivo y continúan las negociaciones para su liberación

Richard Phillips el capitán de la marina mercante estadounidense secuestrado por piratas somalíes sigue vivo y continúan las negociaciones para su liberación, informó la cadena de televisión de EEUU CBS.
El diálogo se interrumpió después de que los negociadores estadounidenses insistiesen en que los piratas tenían que ser arrestados y un grupo que representa a los captores se negase a aceptar la petición.

La interrupción en las conversaciones habría tenido lugar horas después de que los piratas abrieran fuego contra una lancha de la Marina estadounidense que intentó aproximarse al bote salvavidas en el que está retenido el capitán de la marina mercante de 53 años Richard Phillips.

Pero el diálogo se reabrió hoy según CBS que recordó que dos buques de guerra estadounidenses vigilan de cerca la pequeña embarcación en la que viajan Phillips y sus cuatro secuestradores.

El capitán fue apresado el miércoles después de que los malhechores abordasen el carguero 'Maersk Alabama' en el que viajaban 20 marineros rumbo a Mombasa con un cargamento de contenedores de comida del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas.

El resto de la tripulación llegó ayer a salvo al puerto de Mombasa y permanece todavía a bordo del carguero mientras el FBI realiza una investigación sobre el ataque, según CBS.

La policía federal estadounidense podría presentar cargos contra los piratas si los arrestan en aguas internacionales.

CBS informó hoy que el FBI considera el carguero como una escena de un crimen y no permitirá que la tripulación abandone el barco hasta clarificar todas las dudas pendientes.

Phillips está en el centro de un drama marítimo que se intensificó ayer tras el secuestro de un remolcador estadounidense con bandera italiana y 16 tripulantes a bordo en el Golfo de Adén, al norte de la costa de Somalia.

El suceso se produjo tras el trágico rescate el viernes por parte del ejército francés de un velero galo apresado en aguas de Somalia, en una operación que se saldó con la muerte de uno de los rehenes y dos de los secuestradores.

Los recientes secuestros han servido para recordar el problema de la piratería en el Cuerno de Africa.

En la actualidad hay más de 250 rehenes en manos de piratas somalíes, muchos de ellos de naciones pobres como Bangladesh, Pakistán y Filipinas, el país con mayor número de secuestrados, un total de 92.

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