FRANCIA

La causa animal: un nuevo e incómodo reto en las presidenciales francesas

Según las encuestas, alrededor de un tercio de los electores no sabe aún a quien votar una semana antes de la primera vuelta, que se celebrará este domingo

La causa animal no es el único campo minado que atraviesan los 11 candidatos en pugna por llegar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia, pero supone por primera vez en este país un reto que podría decantar a miles de indecisos.

Según las encuestas, alrededor de un tercio de los electores no sabe aún a quien votar una semana antes de la primera vuelta, que se celebra este domingo, solo que este año el 39 % de franceses ha afirmado que la protección animal -tema "importante" para el 80 % de los sondeados- podrían influir en su decisión final.

El colectivo AnimalPolitique, fundado por 26 asociaciones para "poner la condición animal en el corazón de los desafíos políticos", encargó ese sondeo, realizado entre el 10 y el 13 de marzo, al instituto demoscópico Ifop.

Aunque a veces un poco tarde, casi todos los aspirantes han terminado por captar la enjundia del debate, al que salvo excepciones han dedicado muy poco espacio en sus programas, mítines y declaraciones.

El colectivo agrupa a nombres históricos como la SPA, pioneros como la Fundación Brigitte Bardot o muy jóvenes como L214, que desde 2013 despierta conciencias con imágenes rotundas de maltrato animal en mataderos, jaulas o transportes interminables, nada ajenas al papel que por primera vez ocupa la suerte animal en estos comicios.

Desde los albores de la campaña tomaron cartas en el asunto el socialista Benoît Hamon, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, el soberanista Nicolas Dupont-Aignan y la ultraderechista Marine Le Pen.

Las diferencias son de peso entre los cuatro favoritos, que lideran Le Pen y el exministro socialista procedente de las finanzas Emmanuel Macron, seguidos cada vez más de cerca por Mélenchon y el conservador François Fillon, pese a sus tropiezos jurídicos.

Se ve en sus promesas y en su manera de atender las 30 medidas del "Manifiesto" elaborado por el colectivo, al que de momento han respondido siete candidatos, de ellos todos los que tienen posibilidades en mayo, salvo el líder de Los Republicanos, Fillon.

Las protectoras no olvidaron a ninguna criatura, por lo que conciliar a sus millones de "amigos" con las respectivas militancias -los grupos de presión de agricultores, ganaderos, cazadores, peleteros, farmacéuticos, taurinos, circos, zoológicos, delfinarios- es un puro ejercicio de acrobacia.

Mélenchon logró la mejor nota, un 15,7 sobre 20, por denunciar sistemáticamente "el martirio" de esa población y prometer "medidas audaces" como "erradicar" el maltrato, inscribir en la Constitución el respecto que se les debe o establecer un estricto control de la caza y menús vegetarianos en la restauración colectiva.

Él es, de hecho, según la organización L214, el único candidato que "actúa en favor de los animales".

Mientras, el Frente Nacional de Le Pen, quien obtuvo un justo 10,9 pese a su promesa de convertir la causa en nacional y prohibir la vida animal enjaulada o el sacrificio ritual, "no es el mejor amigo de los animales", según afirma el eurodiputado ecologista Pascal Durand.

Durand sostiene que el voto de los eurodiputados del FN suele revelar posturas contrarias al bienestar de esos seres, sin contar que hasta el propio portavoz de la campaña, el protaurino David Rachline, considera "parásita" la idea de que puedan considerarse "sensibles".

Macron "parece indiferente al sufrimiento animal", no se opone a la caza ni a la ganadería intensiva y muestra "cierto desprecio" por las protectoras, según L214, que lo incluyó entre quienes actúan "contra los animales", con un 4,7, casi como el 4,1 de Fillon.

En cambio, Hamon, "deseoso de garantizar `el respeto de las más altas exigencias en materia de bienestar animal`" y segundo de la lista con 14,7 puntos, defiende una estrategia "demasiado vaga", según esa misma asociación.

Además, el socialista, fuera del carro finalista, no solo no se pronuncia sobre los toros y "parece buscar el apoyo de los cazadores", sino que se limita a prometer "reflexionar" sobre el cebo forzado o a buscar el mero "diálogo" sobre los polémicos sacrificios sin aturdimiento previo, critican las protectoras.

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