Los estudiantes se suman a los paros, con duros enfrentamientos con la Policía, contra la reforma de las pensiones

La protesta francesa se recrudece y deja a 4.000 gasolineras casi vacías­

Varias personas repostan en una gasolinera de Burdeos. (Foto: Olivier Chassignole)
La creciente participación de estudiantes de bachillerato en las protestas contra la reforma de las pensiones y el bloqueo que las huelgas han impuesto al suministro de combustible protagonizaron ayer la nueva jornada de paro que recorrió Francia. Enfrentamientos con la policía y escenas casi de guerrilla urbana en algunas zonas del país invadieron las televisiones e internet en la nueva protesta masiva convocada por los sindicatos contra el plan del Gobierno y su medida más destacada: el retraso en dos años, hasta los 62, de la edad mínima legal de jubilación.
Cubos de basura volcados e incendiados a la puerta de los institutos y enfrentamientos con las fuerzas del orden protagonizados por 'vándalos', según las autoridades, dominaron durante las primeras horas los informativos de televisión y las crónicas de radio. Pero con 4.000 surtidores de gasolina a la espera de suministro, según los datos del Gobierno, la urgencia de recuperar la normalidad del abastecimiento energético fue el motivo que obligó a intervenir al presidente de la República, Nicolas Sarkozy, quien aseguró que actuará para impedir que haya escasez.


'NO HABRÁ CAMBIOS'

'Hay gente que quiere trabajar' y 'no puede estar privada de combustible', dijo el presidente, quien reiteró que la reforma de las pensiones es un asunto sobre el que ha 'reflexionado mucho'. Sarkozy subrayó que el proyecto no puede retrasarse si se tiene en cuenta que ya actualmente una de cada diez pensiones se tiene que financiar con deuda, ya que las cotizaciones de los trabajadores no son suficientes.

Ya el lunes Sarkozy advirtió de que no habrá cambios en la línea gubernamental sobre las pensiones, de la que dijo que 'es perfectamente normal y natural que cree inquietudes y oposición. Es normal, también, y natural que un gobierno democrático, en una democracia parlamentaria, se asegure de que los automovilistas tengan gasolina y que no haya enfrentamientos', agregó.

El Gobierno francés admitió que hay problemas en el suministro de combustible en el país y se reunió en París con representantes de las empresas distribuidoras. El primer ministro, François Fillon, se reunió con los proveedores para ver cómo solucionar la situación de falta de combustible en algunas zonas del país, entre las que destaca el oeste de Francia y la región de París.

En un comunicado publicado nada más comenzar esta reunión en el palacio de Matignon (sede del primer ministro) el Gobierno admitió que 'numerosos franceses, especialmente en el oeste del país, pero también en la región parisina, hay dificultades de aprovisionamiento de carburantes'.

Estos problemas, según el Gobierno, 'no se deben a una escasez, sino a la necesidad de reorganizar el sistema de distribución' de los combustible. De momento, el Gobierno francés anunció que los representantes de los distribuidores de combustible 'se han comprometido especialmente a compartir las reservas y a poner en marcha los medios de transporte para suministrar lo más rápidamente posible a las estaciones que lo necesiten'.

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