Los cadáveres de los dos militares turcos que murieron el 22 de junio pasado cuando su avión fue derribado por fuerzas sirias han llegado ya a Turquía, después de que fueran localizados a unos 1.200 metros de profundidad en el fondo del mar, informó hoy el Estado Mayor.
Los cuerpos de los dos pilotos fueron hallados ayer a unas 8,6 millas de la costa siria y muy cerca de los restos del avión, que apareció fragmentado en ocho piezas.
Los cadáveres han sido trasladados ya a la base militar de Malatya, desde la que despegó el caza Phantom 4 que, según Turquía, fue derribado en aguas internacionales y sin previo aviso, una acusación que Siria niega.
En la operación de localización del avión y de sus tripulantes ha participado el batiscafo Nautilus, conocido por la operación de ubicación de los restos del Titanic.
Los cadáveres han sido trasladados ya a la base militar de Malatya, desde la que despegó el caza Phantom 4 que, según Turquía, fue derribado en aguas internacionales y sin previo aviso, una acusación que Siria niega.
En la operación de localización del avión y de sus tripulantes ha participado el batiscafo Nautilus, conocido por la operación de ubicación de los restos del Titanic.