El candidato republicano aseguró que creará 12 millones de puestos de trabajo si llega a la presidencia

Romney promete firmeza y empleo si sustituye a Obama

Mitt Romney, ante un cartel con la leyenda 'Creemos en América', durante la convención en Tampa. (Foto: ANDREW GOMBERT)
El exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, prometió en la última jornada de la convención republicana de Tampa (Florida) que pasará página a los cuatro años de presidencia de Barack Obama con un plan que creará 12 millones de empleos y con mayor firmeza en la defensa de los intereses de EE.UU. en el mundo. Romney se convirtió, oficialmente, en el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos y a partir de ahora abrirá la etapa final de su reñido duelo con Obama hasta las elecciones del 6 de noviembre.
En la gala de clausura de la Conferencia Nacional Republicana, el exgobernador de Massachusetts unió a los republicanos, aunque sus palabras no suscitaron el mismo entusiasmo que las de su compañero de candidatura, Paul Ryan, la víspera, o las de su mujer, Ann, el día anterior.

Romney descubrió un poco más al padre y al misionero que lleva dentro, dio perfil de presidente en ocasiones e hizo daño a los demócratas. 'Obama les prometió parar la crecida de los océanos y curar el planeta', dijo mirando a la cámara, en alusión a las prioridades ecológicas del actual Gobierno. 'Mi promesa es ayudarles a ustedes y a sus familias', remachó entre aplausos. EE.UU. necesita 'empleos, un montón de empleos', aseguró, y se atrevió a prometer la creación nada menos que de 12 millones de puestos de trabajo.


EN CLAVE ECONÓMICA

El tándem formado por Romney, político y empresario de éxito, de 65 años, y el congresista Paul Ryan, de 42, lo apuesta todo a la economía, seguros de que la insatisfacción por la lenta recuperación del mercado laboral neutralizará el encanto que los electores siguen encontrando en Obama.

Sólo mencionó de pasada los cinco elementos del plan con el que creará esos 12 millones de empleos. Se basará, dijo, en la independencia energética de Norteamérica antes de 2020, la reforma educativa, la promoción del comercio, el apoyo al empresariado para asegurar 'que sus inversiones no desaparecerán como las de Grecia' y en la defensa de los pequeños negocios.

La noche estuvo además plagada de referencias y guiños a la comunidad hispana en EE.UU., otro grupo clave para la victoria en noviembre, que desde siempre ha optado mayoritariamente por los demócratas, aunque no hubo ninguna referencia a una flexibilización de la política migratoria.

Romney reivindicó además su éxito como fundador de la consultora Bain Capital y se defendió de los ataques de los demócratas diciendo que 'Estados Unidos celebra el éxito, no se disculpa por el éxito'. Al igual que Ronald Reagan cuando pidió a los estadounidenses indecisos que respondieran simplemente a la pregunta de si estaban mejor que hacía cuatro años, Romney planteó un simple interrogante a la audiencia, principalmente a los demócratas decepcionados 'Si ustedes sintieron entusiasmo cuando votaron por Barack Obama, ¿no deberían sentir lo mismo ahora que es presidente?'.


INVITADO 'SORPRESA'

Antes, el actor Clint Eastwood fue el invitado estrella de la cita, haciendo lo que mejor sabe hacer, interpretar. Ante el público entregado de la convención, el veterano actor y director ofreció un monólogo dirigido a una silla vacía ocupada retóricamente por Barack Obama. Eastwood se presentó acompañado de la banda sonora de su western 'El bueno, el feo y el malo' para animar a la grada antes del discurso de Romney. El actor ofreció un discurso a ratos incoherente, a veces con críticas afiladas a Obama y otras apoyando la candidatura de Romney, a quien elogió por su experiencia en la gestión de empresas.

'Cuando alguien no hace bien el trabajo, hay que echarlo', dijo Eastwood en su alocada intervención, arrancando la ovación de los congresistas entre divertidos y entregados a las palabras del actor.

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