El recuento del 99 % de los votos ha confirmado la contundente victoria de la coalición de centro-izquierda en las elecciones legislativas del domingo en Croacia y la debacle de la conservadora Unión Democrática Croata (HDZ).
La 'Alianza por los cambios' que lidera el Partido Socialdemócrata (SDP) ha obtenido así 80 de los 151 escaños del Parlamento de Zagreb, según los datos que ha hecho públicos hoy la televisión pública HTV.
La prensa local se ha referido a este resultado con titulares como 'Triunfo de Milanovic: y ahora debe impedir la catástrofe', del diario Vecernji list, o 'Victoria. No tenéis mucho tiempo, al trabajo', del 24sata, en los que se refieren a la dura tarea de lucha contra la crisis económica que espera al próximo Ejecutivo.
La coalición de izquierdas ha triunfado en las 21 ciudades croatas, excepto en Gospic, centro de una zona subdesarrollada situada a unos 100 kilómetros de Zagreb, mientras que la HDZ ha logrado sus mejores resultados en zonas rurales.
La HDZ, el partido hegemónico en Croacia en los últimos 20 años y que llevaba en el poder desde 2003, tendrá 47 escaños, sólo uno más que en sus peores resultados históricos del año 2000.
'Los electores de la derecha ya no tienen a su partido' titula Jutarnji list, quien recuerda también que la líder del partido y primera ministra saliente, Jadranka Kosor, no ha felicitado a los vencedores.
Entre el resto de partidos en liza, los Laboristas Croatas (HL) obtienen seis escaños; y la regionalista HDSSB de la Croacia Oriental, liderada por un acusado de crímenes de guerra, tendrá también seis asientos en el Parlamento de Zagreb.
El resto de los escaños se reparten, a razón de uno o dos cada uno, entre partidos y listas menores, mientras que ocho escaños del Parlamento están reservados para las minorías nacionales, entre ellos tres para los serbios.
A pesar de una victoria tan rotunda de SDP y de sus socios tras ocho años de Gobierno de la HDZ, la crisis económica no ha dejado sitio para triunfalismos ni euforias.
Croacia se encuentra al borde de un colapso económico y social ante el que Milanovic ha anunciado una política de dolorosos recortes para tratar de impedir un deterioro mayor de la economía.
