El exmandatario, que sigue hospitalizado en estado grave, 'abre los ojos y gesticula con la cabeza'

Sudáfrica celebra con fervor el 95 cumpleaños de Mandela

Una cadena humana con motivo de la celebración del 95 aniversario Mandela, en Ciudad del Cabo. (Foto: NIC BOTHMA)
El expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela cumplió ayer 95 años, una edad que incluso su propia familia temió que el premio Nobel de la Paz no pudiese alcanzar por su delicado estado de salud, que aún le obliga a permanecer ingresado en un hospital de Pretoria y mantiene en vilo a todo el país.
Mandela permanece estable, aunque en estado muy grave, mientras en la calle siguen las muestras de cariño por parte de los sudafricanos hacia el líder de la lucha por el apartheid. El expresidente fue ingresado el pasado 8 de junio debido a un empeoramiento de la infección pulmonar que padece.

Su hija, Zindzi Mandela, aseguró en una entrevista que el expresidente se comunica a través de sus ojos y manos, y que ve la televisión usando unos auriculares para poder oír. La familia de Mandela planeó una fiesta de cumpleaños en la sala del hospital, llevando algunas de sus comidas favoritas, que incluye comida típica de Mozambique o de India. Además de estar acompañado por sus familiares, Mandela recibió la visita del presidente sudafricano, Jacob Zuma, quien hizo un llamamiento a sus compatriotas para que preparasen la celebración. 'Todos debemos poder hacer algo bueno por la Humanidad en tributo a nuestro expresidente', afirmó.

El presidente acudió al centro junto a la ministra de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, quien entregó al homenajeado una tarjeta de felicitación. 'Abre los ojos y gesticula con la cabeza como queriendo decir: 'Estoy aquí contigo y aprecio lo que estás haciendo', dijo.

Ese hospital de Pretoria en el que está ingresado Mandela fue precisamente el centro neurálgico del día. Numerosos ciudadanos se congregaron a las puertas del centro para desearle un feliz cumpleaños y dejaron para él tarjetas de felicitación y ramos de flores. Pero los homenajes y buenos deseos para el icono de la lucha contra el apartheid llegaron desde todos los puntos del país y de personas de todas las razas y condiciones.

Con cientos de actos en todo el país, Sudáfrica se volcó en la celebración del cumpleaños de su expresidente. En un ambiente de civismo festivo, millones de sudafricanos dedicaron 67 minutos a realizar obras de caridad, en recuerdo a los 67 años que Mandela dedicó a la defensa de los derechos humanos.

Esta costumbre fue adoptada en 2009, al declarar la ONU la fecha del cumpleaños del antiguo estadista como Día Internacional de Nelson Mandela. 'Pasa a la acción, inspira el cambio. Haz de cada día un Día de Mandela', reza el lema de este año. A lo largo y ancho de toda Sudáfrica, escuelas, iglesias, centros sociales, empresas y particulares dejaron por algo más de una hora sus quehaceres para pintar colegios, recoger basura de la calle, llevar comida a los necesitados o ropa a los indigentes.

Desde el extranjero llovieron las felicitaciones, como la del presidente de EE UU, Barack Obama, y su esposa, Michelle, al que consideran a Mandela ejemplo de fortaleza, bondad y humildad'. La efeméride se vivió también con emoción en la Asamblea General de la ONU, donde el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, calificó a Madiba como un 'gigante de nuestro tiempo'.

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