Un atentado suicida cometido por un militante de ultraizquierda contra la embajada de Estados Unidos en Ankara, Turquía, dejó ayer al menos dos muertos, un guardia de seguridad y el propio terrorista, además de tres heridos de consideración. El ataque se produjo en el control de seguridad de la entrada trasera a la oficina diplomática, que da acceso a la sección consular. El terrorista, identificado como Ecevit Sanli, hizo estallar un artefacto que portaba, muriendo y matando a un guardia de seguridad turco de 47 años.
El ministro de Interior turco, Muammer Güler, confirmó que el atacante era miembro de 'una organización de izquierda ilegal', habitual manera de referirse al Partido-Frente Revolucionario de Liberación Popular (DHKP/C).
En la explosión resultaron heridos leve otros dos guardias y una periodista que se encontraba en el lugar para pedir un visado estadounidense, que sufrió heridas graves siendo trasladado a un hospital.
Entre las reacciones de repulsa internacional, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, calificó el ataque 'de un acto inadmisible contra las instalaciones de los servicios diplomáticos de un país de la Alianza en el territorio de otro aliado'.
'Actos así muestran claramente el daño que el terrorismo causa a nuestros países', dijo el Francis Ricciardone, embajador de Estados Unidos en Turquía.
En la explosión resultaron heridos leve otros dos guardias y una periodista que se encontraba en el lugar para pedir un visado estadounidense, que sufrió heridas graves siendo trasladado a un hospital.
Entre las reacciones de repulsa internacional, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, calificó el ataque 'de un acto inadmisible contra las instalaciones de los servicios diplomáticos de un país de la Alianza en el territorio de otro aliado'.
'Actos así muestran claramente el daño que el terrorismo causa a nuestros países', dijo el Francis Ricciardone, embajador de Estados Unidos en Turquía.
