La ruina en que se está convirtiendo el parque del Veintiuno llega a tal extremo que incluso se podían contemplar los restos de un gato que murió entre unos matorrales
La ruina en que se está convirtiendo el parque del Veintiuno llega a tal extremo que incluso se podían contemplar los restos de un gato que murió entre unos matorrales y que se estaba pudriendo en medio del parque entre los destrozos que viene haciendo el jabalí, que poco a poco se ha cargado el césped. No va a quedar otra solución que ponerle una pequeña valla rodeándolo.