El juez de Carballiño resolverá los recursos del auditor y director de la sucursal de Caja Madrid antes de pedir su comparecencia como testigos o imputados por apropiación indebida.
El Juzgado de Carballiño suspendió la toma de declaración del director de la sucursal de Caja Madrid en Carballiño, Carlos García, y del auditor Damián García, prevista para las 11.30 horas de la mañana de ayer, a la espera de resolver los recursos presentados por ambos para prestar declaración como testigos y no en calidad de imputados por la supuesta apropiación indebida de los fondos de cuentas de ahorro de nueve clientes, que ya había motivado la detención del ex cajero, Luis Rego, el pasado 26 de febrero.
La citación previa como imputados había sido consecuencia de la petición de uno de los clientes afectados, que denunció la desaparición de sus ahorros.
El juez deberá resolver ahora los referidos recursos y fijar una nueva fecha para las declaraciones de ambos, ya sea como testigos o como imputados.
Luis Rego había reconocido que llevaba 14 años apropiándose del dinero de la caja, que después reponía con fondos de los clientes hasta el momento en que podía devolverlos. Una auditoria realizada el pasado 9 de octubre reveló la falta de 112.000 euros.
Uno de los clientes afirma que acudió engañado a la sucursal para disponer de una tarjeta de crédito, pero que lo que realmente firmó fue el reintegro de sus fondos, con los que supuestamente el ex cajero solucionó el descubierto de la caja.
Sin embargo, el afectado denunció los hechos y posteriormente lo haría otra cliente, que asegura que no firmó ningún documento pero que le faltan sus ahorros. Posteriormente, fueron surgiendo más afectados hasta un total de nueve, que confirman un descubierto superior a medio millón de euros.
La citación previa como imputados había sido consecuencia de la petición de uno de los clientes afectados, que denunció la desaparición de sus ahorros.
El juez deberá resolver ahora los referidos recursos y fijar una nueva fecha para las declaraciones de ambos, ya sea como testigos o como imputados.
Luis Rego había reconocido que llevaba 14 años apropiándose del dinero de la caja, que después reponía con fondos de los clientes hasta el momento en que podía devolverlos. Una auditoria realizada el pasado 9 de octubre reveló la falta de 112.000 euros.
Uno de los clientes afirma que acudió engañado a la sucursal para disponer de una tarjeta de crédito, pero que lo que realmente firmó fue el reintegro de sus fondos, con los que supuestamente el ex cajero solucionó el descubierto de la caja.
Sin embargo, el afectado denunció los hechos y posteriormente lo haría otra cliente, que asegura que no firmó ningún documento pero que le faltan sus ahorros. Posteriormente, fueron surgiendo más afectados hasta un total de nueve, que confirman un descubierto superior a medio millón de euros.
