El Concello hace ocho meses que denunció el arrastre de tierras desde algunas canteras de Carballeda

El agua de la traída de Ribadavia no es apta para el consumo dada su extrema turbidez

Aspecto del regato Maquiáns en el que se realiza la captación de agua para Ribadavia.
Los vecinos de Ribadavia no deben consumir el agua de la traída, según las recomendaciones del propio Concello, y por causa de la turbidez que presenta desde hace tres días. Las autoridades locales mostraron su preocupación porque el problema se repite siempre que llueve, desde hace ocho meses. Por entonces, ya denunciaron la situación ante Medio Ambiente, considerando que el origen del arrastre de tierras en el regato Maquiáns, en donde se realiza la captación, está en algunas canteras de Carballeda.

El Concello de Ribadavia advierte a los vecinos que no deben consumir el agua de la traída por causa de la turbidez que presenta desde hace tres días. Se trata de una medida preventiva, según informaron las autoridades municipales, que insistieron en que únicamente se utilice para la higiene.

El origen del arrastre de tierras está en algunas de las canteras ubicadas en el municipio de Carballeda de Avia, por donde discurre el regato Maquiáns, que surte a una población de aproximadamente 4.000 personas. Según declaró el concejal de Servicios, Ignacio Gómez, los problemas empezaron hace ocho meses y surgen siempre que llueve. El Concello presentó entonces la correspondiente denuncia ante Medio Ambiente y el Seprona, que realizaron una inspección en algunas de las canteras. Según el edil, ‘en algunhas víase claramente o arrastre da terra e nós só pedimos que cumplan coa legalidade vixente e tamén pretendemos de Medio Ambiente que si detecta irregularidades obligue a correxilas porque non podemos permitir que se xenere un problema de saúde pública’.

Controles

Sin embargo, a raíz de las últimas lluvias la situación ha empeorado ostensiblemente y, pese a los controles estrictos que se realizan y al tratamiento a que se somete el agua, la empresa concesionaria, Aqualia, no puede solucionarlo. Ignacio Gómez insistió en que ‘non é unha contaminación grave, non queremos alarmar á poboación, pero a auga está moi oscura e recomendamos que non se utilice para consumo alimentario’.

Como quiera que hace ocho meses que se presentó la denuncia y no se solucionó el problema, las autoridades municipales anuncian que seguirán el protocolo establecido para estos casos, y que si en dos días el agua continúa en mal estado entonces se dirigirán a Sanidade para que adopte las medidas oportunas.

‘Estamos preparando os correspondientes informes por si perdura a situación para remitilos ao Seprona, a Sanidade e a Confederación Hidrográfica do Miño-Sil’, añadió el concejal.

Las autoridades locales insistieron en informar a la población de que hace ya ocho meses que reclaman soluciones ante la Xunta.Según sospechan, ‘hai ó menos dúas canteiras das que sae a terra, pero incluso poderían ser máis, nós non o sabemos’, matizó Gómez.

Una situación totalmente anómala

Los continuos análisis del agua realizados por la empresa concesionaria del servicio, Aqualia, demostran que la situación es totalmente anómala. ‘Non se trata dun arrastre natural, nin xiquera tendo en conta que os montes xa non teñen a vexetación que tiñan por causa dos incendios, os controles apuntan a que a situación empeora se non se atalla agora’, sentenció Ignacio Gómez.



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