CELEBRACIÓN

El vino corrió a raudales en la fiesta de Cenlle

Numerosos asistentes recorrieron las bodegas para degustar los caldos de esta zona de O Ribeiro y participaron en la comida oficial

Cenlle celebró ayer su día grande de la Festa do Viño Tinto. Las siete bodegas participantes lograron un lleno total durante la mañana, con numerosas pandillas que se acercaron hasta la localidad para degustar los caldos, ya fuesen blancos o tintos, acompañados de los pinchos que prepararon los propios bodegueros.

Una charanga amenizaba la fiesta, recorriendo las calles y bodegas, coincidiendo con un continuo ir y venir de visitantes, que adquirían los tickets por cinco euros, lo que les permitía consumir cinco vinos, y después de comprar la copa por dos euros, con una ilustración del "Carrabouxo".

Tras la Ruta das Adegas, empezaba la comida oficial en el pabellón de deportes del colegio público, en donde los vecinos voluntarios sirvieron la comida a un total de 400 comensales,  mientras la música no dejaba de sonar y corrían los litros de vino. Así, por la venta de tickets, los organizadores calculan que se consumieron durante la tarde noche del sábado y la jornada de ayer domingo más de 800 litros.

Después de la comida, fueron muchos los asistentes quienes se acercaron hasta la iglesia de Cenlle para escuchar el concierto de la Coral de Ruada.

Con el éxito de esta doceava edición de la fiesta y de la séptima de la Ruta das Adegas, ya que al principio se degustaba el vino en un puesto que habilitaba el Concello en la Praza da Tenencia, se considera consolidado este evento de exaltación y promoción de los vinos de Cenlle, por lo que los vecinos ya anunciaron que  para el próximo año la organización correrá a cargo de una comisión que se dedicará en exclusiva a esta fiesta, y que estará integrada por representantes de las entidades que se encargaron este año de su desarrollo: el Concello de Cenlle, la agrupación de 30 voluntarios de la Festa do Viño Tinto de Cenlle, que se hacen cargo de una gran parte del trabajo desde la primera edición, además del colectivo de bodegueros, la comisión de fiestas patronales y los comuneros. 

Lo que no tuvo este año demasiada aceptación fue la oferta hotelera para todo el fin de semana, que era de 60 euros por pernoctar en una casa de turismo rural o en el balneario de Laias, e incluía la degustación de los vinos y la comida oficial. Este año, los asistentes eligieron desplazarse en cada jornada.

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