Las autoridades de Ribadavia han informado a Sanidade sobre el grado de turbidez del agua de la traída, que todavía perduraba ayer desde el pasado cinco de octubre. A la espera de una respuesta, el Concello recomienda que no se consuma.
La turbidez del agua de la traída detectada el pasado cinco de octubre en Ribadavia todavía continuaba ayer, aunque en menor medida, según apuntó el concejal de Servicios, Ignacio Gómez. No obstante, como las analíticas todavía señalan que se sobrepasan los parámetros normales, el Concello ha decidido informar a la Consellería de Sanidade.
Agora esperaremos a resposta de Sanidade para adoptar as medidas oportunas, e non descartamos recurrir ós tribunales para que se regularice a situación das canteiras de Carballeda de Avia, matizó el concejal.
Aunque los incendios y la sequía del pasado mes de agosto pueden propiciar la turbidez, la empresa concesionaria del suministro, Aqualia, ha constatado que existe un arrastre de tierras fuera de lo normal para esta época del año, mientras Ignacio Gómez, matizaba que eu comprobei como unha canteira contamina un dos regatos do Maquiáns, que é onde facemos nós a captación.
A la espera de una respuesta de Sanidade, el Concello también ha tenido constancia de que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil realizó ayer una inspección de cauce para comprobar su estado.
Mientras, las autoridades municipales siguen recomendando a los ciudadanos que no beban el agua ni siquiera la utilicen para cocinar como medida de precaución para evitar riesgos, pese a la mejoría observada a lo largo de la jornada de ayer.
REACCIONES
La población lo acepta con resignación
Hace poco más de un año que se detectaron los primeros arrastres de tierra, si bien, tal y como puntualizaron las autoridades municipales, nunca de tanta magnitud como agora. Por eso, los vecinos de Ribadavia aceptan con resignación lo que está ocurriendo. Estamos acostumbrados a que cando chove saia a auga turbia, declaraba uno de los afectados. No obstante, los responsables municipales consideran que la situación se ha agravado la situación y por eso han denunciado en Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y, recientemente, en Sanidade. Mientras, los ciudadanos de la villa recurren al agua embotellada incluso para cocinas y sólo utilizan la de la traída para su higiene. En el rural, los habitantes se inclinan más por la utilización de las fuentes públicas.
Agora esperaremos a resposta de Sanidade para adoptar as medidas oportunas, e non descartamos recurrir ós tribunales para que se regularice a situación das canteiras de Carballeda de Avia, matizó el concejal.
Aunque los incendios y la sequía del pasado mes de agosto pueden propiciar la turbidez, la empresa concesionaria del suministro, Aqualia, ha constatado que existe un arrastre de tierras fuera de lo normal para esta época del año, mientras Ignacio Gómez, matizaba que eu comprobei como unha canteira contamina un dos regatos do Maquiáns, que é onde facemos nós a captación.
A la espera de una respuesta de Sanidade, el Concello también ha tenido constancia de que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil realizó ayer una inspección de cauce para comprobar su estado.
Mientras, las autoridades municipales siguen recomendando a los ciudadanos que no beban el agua ni siquiera la utilicen para cocinar como medida de precaución para evitar riesgos, pese a la mejoría observada a lo largo de la jornada de ayer.
REACCIONES
La población lo acepta con resignación
Hace poco más de un año que se detectaron los primeros arrastres de tierra, si bien, tal y como puntualizaron las autoridades municipales, nunca de tanta magnitud como agora. Por eso, los vecinos de Ribadavia aceptan con resignación lo que está ocurriendo. Estamos acostumbrados a que cando chove saia a auga turbia, declaraba uno de los afectados. No obstante, los responsables municipales consideran que la situación se ha agravado la situación y por eso han denunciado en Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y, recientemente, en Sanidade. Mientras, los ciudadanos de la villa recurren al agua embotellada incluso para cocinas y sólo utilizan la de la traída para su higiene. En el rural, los habitantes se inclinan más por la utilización de las fuentes públicas.
