Los jabalíes se han encaprichado de los viñedos del Fondal de Beade, en el que varios “colleiteiros” ven como la mayoría de las noches entra en las fincas y destroza una gran parte de las cepas, fundamentalmente de las plantaciones más jóvenes. Los animales no acuden a comer, puesto que las uvas todavía están verdes, simplemente se revuelcan y remueven la tierra en busca de alimento, al mismo tiempo que rompen las cepas, dejándolas en la mayor parte de los casos inservibles y sin posibilidad de recuperación.
Fernando Cibeira es uno de los productores más afectados, que asegura que la situación se ha agravado desde hace aproximadamente dos meses. “Cada vez que entra nas viñas rompe ramas e destroza unha media de tres ou catro cepas, así cada dúas ou tres noites”, asegura, de tal manera que las pérdidas en las fincas cuya plantación data de hace cuatro años, según indica, alcanzan el 75%, con un 30% de plantas irrecuperables.
“Non sei cal é a solución só sei que estou desesperado porque son catro anos de traballo perdido”, señala, teniendo en cuenta que hasta el quinto año no se puede recoger el 100% de la producción.
Los jabalíes se acercan a las viñas a comer uvas, y en estos momentos, pese a que están verdes, entran y destrozan las cepas
El “colleiteiro” ha informado a la Administración autonómica siempre que se producen los daños, “os axentes xa levantaron polo menos 10 actas do sucedido”. La proliferación de estos animales lo atribuye en parte a un incendio que arrasó un monte cercano, lo que ha provocado que se acerquen más al pueblo. Dado que en estos momentos los racimos están verdes, tampoco entiende el motivo de que se acerque a las viñas, aunque algún vecino del entorno también señalaba que a través del Fondal de Beade tienen un fácil acceso para acercarse al río Avia a beber.
A Fernando Cibeira lo único que se le ocurre para paliar esta situación tan atípica es la realización de batidas autorizadas. En esa misma línea se posiciona Jorge Ferro, otro productor de la misma zona, con una plantación de dos años, el jabalí le destrozó 60 cepas en 30 metros cuadrados. “Non hai un animal como antes, agora hai manadas”, e “por as 60 cepas destrozadas só abonan 30 euros, que non cubren os dous anos de traballo perdidos”. En la zona hai más afectados e incluso Jorge Ferro señala a otro productor en el municipio vecino de Leiro.