Lebosende, una localidad del municipio de Leiro, con una población mayoritariamente jubilada, ha logrado quintuplicar el número de niños en los últimos cuatro años, gracias al asentamiento de ocho jóvenes familias. Son en total 15 menores con sus respectivos padres que han incrementado el padrón de habitantes y engrosado la matrícula en el colegio público, al mismo tiempo que han devuelto la alegría a este pueblo en el que solamente había tres menores.
La mayoría de los nuevos vecinos han adquirido viviendas que estaban a la venta en la aldea, que seguirá creciendo con la próxima incorporación de una familia de alemanes.
Diego Hermida vivía con su familia (dos hijos, uno de nueve años y otro de cinco meses) en Carballiño y “facía tempo que queríamos comprar unha casa no rural e a pandemia deunos o último empuxón”, explica. Así, como el resto de las parejas encontraron en Lebosende una oferta de viviendas importante, de la que ahora solamente queda una a la venta, y a un precio asequible, “máis barato que en Leiro, pese a que estamos a tan só un quilómetro por carretera e a 700 metros por un sendeiro que utilizan os rapaces para ir a xogar”, matiza.
Servicios
Valoraron, además, la escasa distancia que los separa de Ribadavia, Carballiño, y de las autovías Rías Baixas y de Santiago. También “temos moitas comodidades no rural, non nos falta de nada, porque prácticamente estamos pegados a Leiro, onde hai de todo, incluso un cine que non teñen nin Carballiño nin Ribadavia”, indica Diego Hermida.
César García reside desde hace más de 50 años en la aldea en la que nació y apuntaba que deben ser en torno a una treintena de vecinos y que mucho ha cambiado el pueblo desde la llegada de los nuevos residentes. “Esto é unha marabilla. Antes éramos todos vellos e agora ver ós nenos correr polas rúas e oír as súas risas é algo que non ten prezo”. Cuando era joven, asegura que había más vecinos y que la mayoría eran viticultores, “pero hoxe todas as viñas están abandoadas”.
Servicio concilia y parque infantil
Los nuevos vecinos de Lebosende son parejas con edades comprendidas entre los 25 y 35 años, y con niños de 3 meses a 13 años, la mayoría de 4 años. Proceden de concellos próximos, aunque también hay una familia de Rumanía con dos menores. Ellos afirman que además de los precios accesibles que les permitieron comprar las casas, también insisten en las facilidades y apoyos que han recibido del Concello, concretamente del alcalde, Francisco José Fernández. “As casas estaban ben de prezo e o alcalde deunos todas as facilidades”, explican. Así, valoran en gran medida que en próximos meses “vai comezar o servizo concilia, que necesitamos porque todos traballamos”, y también la colaboración del párroco y del Obispado que les ha cedido un terreno para que el Concello construya un parque infantil. “Hai dous en Leiro, pero así poderán xogar aquí en Lebosende”, añaden. “Temos moitas ventaxas porque vivimos no rural, onde todo é moi tranquilo, pero temos de todo, todo o que necesitamos está cerca, e incluso estamos exentos de pagar o IBI”, indican. Otra circunstancia que valoran en gran medida es que “a xente que xa residía no pobo é moi acolledora, non tivemos ningún problema e sempre están apoiando”.
