Los vecinos afectados reclaman la captura de los canes asilvestrados

Perros sueltos matan 23 aves de corral en Cenlle

El dueño de la finca atacada en Cenlle muestra los cuerpos de dos de las gallinas atacadas. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Perros asilvestrados devoraron 12 pollos, siete gallinas y cuatro pavos durante la mañana de ayer en la localidad de Cenlle. Levantaron el cierre metálico de la finca en la que se encontraban los animales y llevaron a cabo una auténtica carnicería. En ese mismo lugar, ya habían matado el pasado lunes otros dos pavos y una gallina. El propietario, Antonio Requejo, se mostraba indignado y al mismo tiempo impotente por un problema que está padeciendo este entorno, que se extiende a las localidades de Santo André de Camporredondo y a la zona de As Chabolas, ambas del municipio de Ribadavia.
Requejo aseguraba que 'estes animais criados na casa non teñen precio', al referirse a la pérdida económica, apuntando que tanto los pavos como los pollos ya estaban listos para ser sacrificados.


ÚLTIMOS MESES

Las manadas de perros salvajes han sido vistas en numerosas ocasiones por los vecinos tanto de Cenlle como de Ribadavia. Hace años que soportan el problema, que se ha acentuado en los últimos meses. A principios del pasado mes de septiembre habían matado una vaca cachena propiedad de los vecinos del comunal de Santo André, que dejaban en libertad para que pastara la maleza del monte como medida de prevención contra los incendios.

En días pasados, un vecino del entorno también sorprendió a una manada de perros que habían cazado un corzo en Coedo (Cenlle).

Tanto este testigo como otros de As Chabolas coinciden en que se trata de perros de mediano tamaño, al mismo tiempo que sospechan que pueden estar entrenados para la caza mayor. A principios de este mismo año, fueron varias las personas residentes en As Chabolas que vieron hasta 11 canes juntos atravesar la N-120, manifestando por entonces su preocupación ante el riesgo de que provoquen accidentes en la carretera.

En consecuencia, han sido numerosas las ocasiones en que han sido presentadas denuncias ante el Seprona y en los respectivos concellos, sin que hasta el momento se intentara capturar a los animales. El último afectado, Antonio Requejo, también alertó a la Guardia Civil, cuyos agentes inspeccionaron los resultados de la carnicería de la mañana de ayer.

Las autoridades de Ribadavia reconocen la existencia de este problema, aunque aseguran que no tienen medios para capturar los perros ni tampoco un sitio en el que dejarlos. No tienen personal para realizar el trabajo y la Consellería de Medio Ambiente no ha tomado de momento ninguna medida al respecto.

El edil de Servizos Púbicos, Ignacio Gómez, apuntaba que hace tiempo se vieron obligados a contratar una empresa para capturar un perro que era peligroso para las personas. Por otro lado, en la comarca de O Ribeiro tampoco hay perrera, aunque está en construcción la de Melón.

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