O RIBEIRO

El plan Leader financió 63 proyectos desde el año 2009

photo_camera El nuevo edificio de la Mancomunidad del Ribeiro se financió con fondos europeos.

Los fondos europeos permitieron crear nueve empresas con la consolidación de 60 empleos 

El Grupo de Desenvolvemento Rural Carballiño-O Ribeiro GDR9, que gestiona el plan Feader, del programa europeo Leader, ha concedido subvenciones por un importe total de 3,4 millones de euros, con los que se financiaron en parte 63 proyectos públicos y privados del total de 78 presentados, lo que ha supuesto en ambas comarcas una inversión de 12,5 millones de euros.

Este programa europeo ha generado 25 puestos de trabajo, al mismo tiempo que ha consolidado los 60 ya existentes en las empresas beneficiarias, y ha supuesto la creación de 9 empresas nuevas.

El plan abarcaba hasta el 2013 y las primeras solicitudes de subvención se recogían a finales del 2009, prolongándose dos años más su vigencia con el fin de repartir los 1,5 millones que habían quedado pendientes y que corresponden a proyectos aprobados pero que no se llegaron a ejecutar.

De esta forma, para este 2015 se dispone de 830.266 euros y ya está abierto el plazo hasta el próximo 31 de marzo para presentar los proyectos en las oficinas que el GDR9 tiene en la localidad de Leiro, que es donde se tramitan los expedientes para la concesión de las ayudas, ratificadas finalmente por la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader).

Los proyectos ejecutados han sido de lo más diverso y responden a la iniciativa pública, de algunas asociaciones y también de empresas privadas. Entre las obras públicas destaca la construcción de un centro tecnológico de información y comunicación rural promovido por el Concello de Arnoia; la adecuación y equipamiento de locales para centros multifuncionales en Avión y un nuevo edificio para la sede de la Mancomunidad del Ribeiro. También figuran numerosas iniciativas vecinales y de comunidades de montes para el acondicionamiento de locales sociales, como el de Abelenda de Avión, en donde se puso en valor también un mirador con área de descanso y se creó un bosque de castiñeiros para prácticas silvícolas y posterior aprovechamiento. En Beariz se ponía en marcha un proyecto micológico para la producción de setas en una finca de castiñeiros, además de recuperar áreas de recreo y de adaptar espacios cerrados para soltar el ganado en el monte, entre otras iniciativas.

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