Decenas de visitantes se desplazaron a Melón

’O Rei’ sale triunfante de la pugna por su corona en el ancestral rito de Covelo

’O Rei’ lanza su corona a los jóvenes para iniciar su disputa, en el Coto da Raña.
La localidad de Covelo, en Melón, acogió su representación ancestral del Entroido con el recorrido de ida y vuelta al Coto da Raña y la disputa por la corona de ’O Rei’. Una subasta de productos de cerdo cierra la fiesta.

La pequeña aldea de Covelo, en el municipio de Melón, volvió a recibir a decenas de visitantes con el atractivo de presenciar una de las manifestaciones más ancestrales del Entroido ourensano y que, como tal, se aleja de la moda de los desfiles multitudinarios.
La representación comenzó pasadas las 11,30 horas y el sol lució en una mañana plagada de nubes. Como cada año, la procesión de la Santa Antroida (que lleva abrazado a su novio Santo Antroido por detrás) inició su recorrido sobre un carro tirado por vacas, al ritmo de una charanga de gaitas y acordeones por las calles del pueblo. En la comitiva también participan como acompañantes los mayordomos (organizadores de la fiesta), que portan un ’ramo’ cargado de roscones y castañas.

Detrás, la comitiva presidida por ’O Rei’, los ’soldados’ y ’danzantes’ luchando a su alrededor para hacerse con la corona del regidor por un día. Todo ello bajo el ojo vigilante del ’juez’, un personaje que coordina las actividades. Sobrepasados los tres cuartos de hora, el paseo finaliza en las estribaciones montañosas del Coto de Raña, donde ’O Rei’ lanza su corona a los jóvenes bailarines (los solteros de Covelo), que se pelean por su posesión, si bien la tradición obliga a la restitución del símbolo mayestático.

Subasta

La vuelta de la procesión a la aldea es mucho más rápida y no alcanza la media hora, y en el retorno los vecinos esperan a los participantes en las puertas de sus casas y les ofrecen vino, licores y bizcochos, que incluso ’O Rei’, Constantino Fidalgo, acepta rompiendo el protocolo. La jornada finaliza en el atrio de la capilla de San Pedro, con la puja de productos derivados del cerdo, como ’cacheira’, lacón, chorizos y jamones, además de huevos, manzanas y naranjas. El dinero que se recauda en la subasta sirve para financiar la próxima edición de la fiesta. El medio centenar de vecinos de Covelo, tras la agotadora sesión matinal, se retiran a sus casas para comer el típico cocido.

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