La escasez de precipitaciones en O Ribeiro durante los últimos tres años ha puesto en alerta a los directivos de la asociación ecologista Ridimoas por el impacto negativo que supone para el ecosistema del bosque autóctono que gestionan y que abarca una superficie aproximada de 500 hectáreas, entre los municipios de Beade, Leiro y Carballeda de Avia.
El presidente del colectivo, Pablo Rodíguez, señala. al respecto, que “o déficit hídrico, unido a un incremento das temperaturas medias, supón unha rotura do ciclo natural da auga, bailerando os acuíferos, e repercutindo directamente tanto na fauna, os anfibios en especial, como na flora autóctonas”.
Un ejemplo de ello está en una de las plantas autóctonas más representativas, “o bico de aguia” (Aquillea), “que xa damos por desaparecida, tras catro anos sen poder ver ningún exemplar”, apunta el también portavoz de la asociación. Así, el panorama se presenta gris para las especies de Ridimoas, teniendo en cuenta los datos registrados desde el 2020 en cuanto a la medición de las precipitaciones, que están por debajo de los límites que se consideran óptimos.
En este sentido, Pablo Rodríguez, destaca que “O Ribeiro precisa un nivel de choivas anual por riba dos 1.000 litros por metro cadrado e cunha distibución temporal nun total de 100 días, nos meses de outubro e xaneiro e tamén na estación primaveral”.
Concretamente, en 2020 se contabilizaron 897 litros por metro cuadrado y 939 en 2021, mientras en el presente año, las lluvias registradas entre los meses de febrero y junio oscilaron entre los 14 y los 85,5 litros por metro cuadrado, siendo la distribución máxima de ocho días, correspondiente al mes de marzo.
