TRIBUNALES

Hasta 19 años de prisión por calcinar el piso de su exmujer

La Audiencia juzgará en enero a un exguardia civil que entró sin permiso a la casa de su pareja 

La Audiencia sentará en el banquillo de los acusados en el mes de enero de 2018 a Luis G.G., un exguardia civil de 48 años con antecedentes penales, por supuestamente entrar al piso de su exmujer, rociarlo con una sustancia oleaginosa y provocar un incendio cuando ella había salido a trabajar a primera hora de la mañana del miércoles 2 de marzo de 2016. El fiscal no sólo lo acusa de incendio grave (el que comporta peligro para la vida o integridad física de las personas) y allanamiento de morada. En el listado de delitos se incluye el leit motiv del caso: el maltrato a su exmujer durante 21 años de una convivencia trufada con numerosas rupturas. En total, el fiscal reclama 19 años de cárcel (15 por el incendio, dos por los malos tratos y otros dos por el allanamiento).

El inculpado estuvo casado con S.O.G. hasta 1999, en que se dictó sentencia de separación en Girona, en donde residían con sus dos hijas, aunque continuaron con una convivencia marital salpicada de idas y venidas. El carácter violento del acusado, según sostiene el fiscal, se tradujo en humillaciones y maltrato físico y psíquico para la esposa, "que nunca denunció los hechos por el temor que tenía al procesado".

Posteriormente, se trasladaron a vivir a Cortegada hasta que el 21 de enero del pasado año, tras un discusión, el inculpado, según la declaración de la víctima, la echó a ella y a su hija pequeña de la casa en donde residían. Ambas se trasladaron a un piso de alquiler de la calle Río Tuño de la ciudad, en donde ocurrió el incendio.

La acusación pública sostiene que el procesado hizo una copia de la llave aprovechando que su hija pequeña había olvidado el 29 de abril la mochila en el interior del coche.

A la víctima le constan varios mensajes en la madrugada del 2 de marzo. Uno en concreto decía. "Ahora si que te vas a cagar, espero que no pilles a tus hijas por medio".

La acusación cree que aprovechó que su exmujer se fue al trabajo y la niña al colegio para entrar. En cinco lugares diferentes había focos incendiarios: pequeños montones de ropa recogida en la casa, impregnados de gasoil, a los que -dice el fiscal- Luis G.G. prendió fuego. Incluso había un peluche destripado con un cuchillo.

Una vecina alertó del fuego a los bomberos, cuya rápida intervención imposibilitó que se expandiera por el piso y el edificio (cuatro viviendas). No obstante, el incendio ocasionó desperfectos valorados en 32.543 euros.

La misma petición de pena incluye 10 años de prohibición para acercarse a su mujer e hija pequeña a menos de 300 metros así como comunicar con ellas. n

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