“En 28 años no recuerdo uno tan malo como este"

Las floristerías se ven obligadas a "tirar a la basura" parte de su producto

El confinamiento de todas las grandes ciudades gallegas decretado este viernes por la Xunta para evitar desplazamientos durante el puente de los Difuntos ha afectado a las floristerías de la ciudad.

Alberto González, gerente de la Plaza de Abastos, lamenta lo ocurrido: "Todo iba bien y había buen ambiente en las floristerías de la plaza hasta que anunciaron las restricciones. Entonces paró todo". Hay puestos de flores que no van a poder vender todo su stock, a pesar de que durante la mañana del viernes estaban convencidos de lograrlo. 

Desde la plaza no contaban con este giro de los acontecimientos: "Llevamos muchas semanas confinados, y después de haber reducido los contagios esperábamos que se aflojaran la restricciones. La noticia fue demoledora". 

José Fernández, desde la floristería Saraiba, solo puede calificar la situación como "horrorosa". En 28 años de trabajo no recuerda uno tan malo. "El cierre de anteayer nos pilló por sorpresa. Tenemos clientela que venían desde Vigo y otras ciudades de Galicia a comprarnos flores. Había 5.000 métodos para limitar los movimientos mejor que el que decidieron", compara. 

Carmen Feijóo, dueña de Floristería Drácena, lamenta una campaña de Fieles Difuntos donde la venta de flores en su local ha bajado alrededor de un 75% con respecto al año anterior. "Y en estas circunstancias sería un milagro cualquier otra cosa", lamenta. 

Feijóo incide en que "ya no solo es lo que nosotros dejemos de vender, es que hablamos de producto perecedero a cortísimo plazo, la producción sobrante se va a tirar a la basura. Y los peor parados no somos nosotros, sino los productores y almacenistas. Muchísimas flores eran exclusivas para este día".


Despedirse


Feijóo añade que "este día era muy importante para las personas mayores. Desde marzo han muerto personas de las que nadie se pudo despedir, y ahora ni siquiera se les puede poner flores porque el cementerio está en otro Concello". Mucha gente llegó llorando a su floristería: "Esto va a traer cosas muy negativas. La psicología es la profesión del futuro". 

Algunos de sus clientes esperaban que las medidas se suavizaran durante la semana, "y al final no pasó pese a que la curva se había aplanado". 

Los clientes de Drácena que sí han podido visitar a sus seres queridos no se miraron al bolsillo. Suelen pedir todas las variedades de crisantemo y rosas, "típicos de esta época y con mucha variedad de color para combinar", y el precio medio de sus pedidos "no ha variado, incluso es superior al de otros años", recalca Feijóo. Pero ha faltado mucha gente que no pudo venir. 

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