Los incendios forestales más importantes que afectan a los montes de la provincia desde el pasado martes han calcinado hasta la fecha 870 hectáreas, la mayor parte en Verín. Según los últimos datos facilitados por la Consellería de Medio Rural, el fuego declarado en ese último concello, devoró 600 hectáreas (superficie equivalente a otros tantos campos de fútbol). El Gobierno autonómico precisó que “evoluciona favorablemente cara á súa estabilización”, descartando que ahora haya riesgo para los núcleos de población, tal como ocurrió el pasado miércoles tras comenzar a arder con una decena de focos diferentes.
La Xunta daba por controlado el incendio de O Pereiro, en A Mezquita, a las 18.49 horas de ayer tras calcinar 150 hectáreas. Poco después, dio por extinguido el de la aldea de Castro de Escuadro, que desde la tarde del martes afectó a 120,55 hectáreas, cuatro de ellas arboladas. Este último se inició de forma simultánea con tres focos.
En el resto de Galicia, el fuego tensionó a los vecinos del núcleo coruñés de Piñeiro (Boiro) por la proximidad de las llamas a las casas, por lo que Medio Rural decretó la situación 2 de emergencia.
También está declarada esa medida preventiva en Saiar (Caldas de Reis), en donde ya ardieron 450 hectáreas. Los dos incendios de Arbo, en Mourentán y Barcela (en este último el fuego entró desde Portugal), afectaron a 482 hectáreas y no hay riesgo, en principio, de que avancen.
El fuego de Padróns, en Ponteareas, quedó sofocado a las 18.12 horas de ayer tras arrasar 15,6 hectáreas de monte arbolado.
Además de medios aéreos y terrestres en todos ellos, intervienen la Unidad Militar de Emergencias en Verín, Caldas de Reis y Arbo.
