EN CLAVE

Actualidad entre vetustas rejas

No puedo más, dicen las estructuras de la vieja prisión de Progreso. Al aviso corren las urgencias municipales. Se nos va, se nos va, dicen desde el quirófano. Efectivamente, se nos va, sin remedio.

Lunes, 4 - Se necesitan más efectivos en casa

La policía, dice el periódico, recibe más refuerzos para combatir los robos en las viviendas porque Ourense es la provincia donde los ladrones de casas causan más daños. Esta tierra necesita, efectivamente, refuerzos y empezamos por los uniformados, que es una manera como otra cualquiera de pertrecharse. Esto es una constante: hemos abandonado la medicina preventiva, hemos fumado todo lo que produce Phillip Morris, bebido varias cosechas de garnacha tintorera y comido ingentes cantidades de viandas como para asustar a Obelix y ahora nos caemos de culo con lo que marca la analítica. Pueblos abandonados, casas vacías, cuarteles desmantelados y media provincia hecha un páramo. La maleza tenía que crecer, como los ladrones que, como las avispas, siempre pican. Ahora, más efectivos policiales para vigilar. Como en las cuestiones de salud, mejor medicina preventiva que forenses.

Martes, 5 - Lo nuestro es ponerle peros a casi todo

Esta es la provincia de los peros, la de las oraciones subordinadas, sobre todo cuando la principal es positiva. Gozamos como un ratón encima de un queso cuando las cosas nos vienen mal dadas, cuando hay un aldraxe al que agarrarse. Tendremos tren de alta velocidad, sí pero después que otras provincias, nunca antes que las que no lo tendrán en décadas. Ourense tiene sectores productivos que están a la vanguardia, sí pero su ratio es menor que la media gallega. Habrá un impulso universitario con carreras líderes, pero llegarán tarde o no serán competitivas. Por no aburrirles con otros ejemplos. El desempleo se redujo en todos los sectores y la afiliación a la Seguridad Social ha crecido en Ourense. Ese ha sido el enunciado informativo del martes. ¿Las reacciones? Imagínense: Sí, pero el empleo es ocasional, de baja calidad, mal pagado y sujeto a labores que caducan. La provincia de las oraciones subordinadas. Y a continuación el desiderátum: lo ideal sería tener empleo fijo, bien pagado, con poca responsabilidad, y bastante desahogo, con buenas prestaciones sociales y mejores cotizaciones para la jubilación. Recuerdo que eso (aunque creíamos que no lo teníamos) lo perdimos (o nos lo birlaron) en vísperas del 2008. Desde aquellas vivimos en un pero permanente, que suena casi como paro.  

Miércoles, 6 - Una propuesta para comprar la cárcel

Caso real: Xosé compró una casa destartalada en las afueras de la ciudad, pero dentro del Concello de Ourense. Un ataque de tos o un estornudo cerca de los pilares hubiese provocado el desplome. Decidió rehabilitarla con respeto, mucha sensibilidad y bastante pasta, y el resultado le quedó de catálogo. Nada más adquirir el inmueble percibió cómo se las gasta la burocracia. Con el lenguaje cuartelero que usa la Administración con el administrado le recordaron que había que asegurar la casa, pobre de ti como te caiga un cascote, el proyectiño me lo haces siguiendo todas las normas, a ver qué materiales usas y ya pasaremos por allí varias veces para ver qué estas haciendo. Eso sí, llevaremos un bloc de multas y escribiremos hasta cansarnos como te pillemos en alguna. En fin, que Xosé notó en su nuca ese aire cálido y a veces fétido del aliento administrativo. El periódico del martes recordaba que la vieja cárcel de la calle del Progreso es de titularidad pública desde hace quince años, que nadie ha mirado por ella, ningún proyecto ha valido porque los que se pusieron sobre la mesa fueron torpedeados, ha importado poco que esté en el centro, sobre un manantial termal extraordinario, los políticos del Concello de Ourense han escenificado toda suerte de disconformidades para actuar en la zona, el futuro no alberga grandes esperanzas de una actuación reparadora de la zona y, por supuesto, ahora el viejo recinto penitenciario se viene abajo. Eso sí, en la cornisa le ha puesto una malla verde como la de los cerezos para protegerlos de los pájaros cuando tienen fruta. La propia administración, implacable con los demás, indolente con lo suyo, que es de todos. No sé por qué, pero me acordé estos días de Xosé. Casi que debiera ser él el que comprase la vieja cárcel. 

Jueves, 7 - Un servicio que requiere revisión

Somos do clube da galega por fuciños, por cacheiras". Llegué a aborrecer las letras del Xabarín Club porque en casa la cantaba la descendencia, pero acabé por tenerle cariño al bicho. Fueron avistados dos ejemplares de jabalíes en diferentes puntos de la ciudad, que bajan en búsqueda de comida por la noche y que por el día no les ves el pelo, mejor las cerdas. Leí que para ahuyentarles lo mejor es tener una radio encendida, pelo humano o bolas de alcanfor. O sencillamente las canciones de la vieja serie televisiva.

Viernes, 8 - Qué raro, nadie quiere tener un bar

La creación de empresas en la provincia el pasado mes de junio tuvo contracciones, pero sin llegar a romper aguas. De todos modos, los emprendedores se animan, que es importante. Dice la estadística que un tercio de las mercantiles que nacen son para abrir una tienda o montar un bar. En la ciudad nadie quiere gestionar las cafeterías que tiene que adjudicar el Concello. Algo debería revisar la institución cuando los del sector no ven negocio. Porque otra cosa no habrá, pero gente dispuesta a abrir bares...

Sábado, 9 - Los mediadores internacionales

La ciudad podría quedar sin residencia universitaria, un año más. El asunto que adelantaba La Región es un sumatorio de galimatías administrativos y judiciales que tienen a la junta de compensación de la zona y al Concello de Ourense con el florete desenvainado y sin tapón batiéndose hasta herirse. No puede ser tan habitual que estos asuntos paralicen dotaciones importantes, como es el caso. No se percibe intento de solución, ni tercero de buena fe que medie. Solo quedan los mediadores internacionales, como los que lograron que las FARC y Colombia dejasen atrás 50 años de guerra. No estaría de más, y mejor que lo lograsen antes del medio siglo.

Te puede interesar