Los tres acusados ayer en la Audiencia de Ourense por tráfico de drogas, A.A.E., B.P.P. y D.R.C., negaron que la marihuana y los cinco gramos de cocaína incautados por la Policía Nacional fuese para traficar sino para su propio consumo. Todos ellos declararon, contestando solo a preguntas de sus letradas, que están a tratamiento de deshabituación y tienen trabajo normalizado. Los tres años de prisión que reclamó la fiscal interrumpiría sus vidas.
Los agentes del grupo de Estupefacientes admitieron que, a raíz de las conversaciones telefónicas intervenidas, cuando realizaron los registros esperaban encontrar más droga. Las detenciones, según dijeron, fueron el “fleco” de otra causa más importante.
Las abogadas de los inculpados resaltaron la nulidad del registro y la intervención de un teléfono cuyo titular no era Alejandro sino un primo suyo. El auto que autoriza las escuchas no incluía al acusado como investigado. La abogada del joven al que se le incautó la marihuana, D.R.C., ironizó con la escasa cantidad: “Hasta mis geranios son mayores”.
