En junio de 2005, comenzaban las obras de los primeros tramos de la línea de alta velocidad entre Ourense y Santiago, y han sido necesarios seis años y medio de obras para ponerlos en marcha, el próximo 10 de diciembre. La fecha la dio a conocer ayer el ministro de Fomento, José Blanco, durante un viaje en un 'tren laboratorio' entre la base de montaje de O Irixo y el viaducto del Ulla, que le permitió comprobar el estado de las obras.
La nueva línea ferroviaria cuenta con un avanzado estado de ejecución, cifrado en un 96% del total de los trabajos. De hecho, los tramos intermedios están prácticamente acabados y sólo quedan pendientes de conclusión los accesos a las ciudades que, según indicó ayer Fomento, estarán concluidos a lo largo de julio. Simultáneamente, se están desarrollando las pruebas en las diversas estructuras, si bien el fin de las obras permitirá examinar el recorrido en su totalidad y, asimismo, iniciar las prácticas que todos los maquinistas de la red gallega deben realizar por el trazado.
'Hoy damos un paso importante para Galicia', indicó el ministro al final del recorrido, en una intervención en la que calificó la línea de alta velocidad entre Ourense y Santiago como 'apuesta estratégica' por el desarrollo de Galicia. Será una 'nueva vía de comunicación hacia el futuro', que unirá el territorio, 'pero también las personas', lo que dio pie a reclamar 'un compromiso de unidad por encima de cualquier diferencia' en torno a este proyecto.
Blanco destacó que la alta velocidad española está entre las más avanzadas del mundo y, de hecho, está siendo analizada por Estados Unidos, cuyo ministro de Obras Públicas, Ray LaHood, visitó España la semana pasada. 'La primera potencia del mundo todavía no dispone de ningún kilómetro de alta velocidad y le que estamos asesorando en planes de desarrollo', señaló Blanco, indicando que LaHood comprometió la visita a la línea gallega a lo largo del próximo año.
FECHAS
En su intervención, el titular de Fomento no se pronunció específicamente sobre la fecha de conexión de Galicia con la Meseta (el ministerio defiende que estará concluida en 2015), pero sí aludió a las voces que reivindican esta línea y las discrepancias sobre el plazo de finalización. 'Puedo entender esta justa reclamación de que la alta velocidad llegue pronto a Galicia', señaló, a la vez que demandaba'altura de miras para no caer en debates estériles', tomando como argumento las dificultades del contexto económico. Aún así, recordó que ya están licitados 2.600 millones de euros para esa conexión (la mitad del coste total) y que desde abril de 2009 se han licitado más de 4.400 millones para el AVE gallego 'No hay ninguna infraestructura en Europa que en un periodo de tiempo similar tuviera un compromiso presupuestario semejante', aseguró. Recordó también que, aun a sabiendas de que podría ocasionar algún retraso, que los trazados entre Lubián y Vilar de Barrio se han modificado para que los trenes AVE puedan alcanzar los 300 kilómetros por hora, cuando anteriormente habían sido diseñados para 200, y que así el tramo cumpla los verdaderos parámetros de alta velocidad, con lo que no superará las tres horas de viaje.
Finalmente, el ministro recordó que las obras del AVE entre Ourense, Santiago y A Coruña han dinamizado la economía gallega al generar empleo para más de 9.000 trabajadores. No obstante, ahora es el turno de los sectores productivos, a los que instó a 'generar actividad económica para Galicia, que permita aprovechar al máximo la inversión' realizada en el AVE. 'Estoy seguro de que los gallegos seremos capaces de hacer de esta oportunidad el tren del futuro sobre el que asentar una de las bases de su desarrollo', concluyó.
'Hoy damos un paso importante para Galicia', indicó el ministro al final del recorrido, en una intervención en la que calificó la línea de alta velocidad entre Ourense y Santiago como 'apuesta estratégica' por el desarrollo de Galicia. Será una 'nueva vía de comunicación hacia el futuro', que unirá el territorio, 'pero también las personas', lo que dio pie a reclamar 'un compromiso de unidad por encima de cualquier diferencia' en torno a este proyecto.
Blanco destacó que la alta velocidad española está entre las más avanzadas del mundo y, de hecho, está siendo analizada por Estados Unidos, cuyo ministro de Obras Públicas, Ray LaHood, visitó España la semana pasada. 'La primera potencia del mundo todavía no dispone de ningún kilómetro de alta velocidad y le que estamos asesorando en planes de desarrollo', señaló Blanco, indicando que LaHood comprometió la visita a la línea gallega a lo largo del próximo año.
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En su intervención, el titular de Fomento no se pronunció específicamente sobre la fecha de conexión de Galicia con la Meseta (el ministerio defiende que estará concluida en 2015), pero sí aludió a las voces que reivindican esta línea y las discrepancias sobre el plazo de finalización. 'Puedo entender esta justa reclamación de que la alta velocidad llegue pronto a Galicia', señaló, a la vez que demandaba'altura de miras para no caer en debates estériles', tomando como argumento las dificultades del contexto económico. Aún así, recordó que ya están licitados 2.600 millones de euros para esa conexión (la mitad del coste total) y que desde abril de 2009 se han licitado más de 4.400 millones para el AVE gallego 'No hay ninguna infraestructura en Europa que en un periodo de tiempo similar tuviera un compromiso presupuestario semejante', aseguró. Recordó también que, aun a sabiendas de que podría ocasionar algún retraso, que los trazados entre Lubián y Vilar de Barrio se han modificado para que los trenes AVE puedan alcanzar los 300 kilómetros por hora, cuando anteriormente habían sido diseñados para 200, y que así el tramo cumpla los verdaderos parámetros de alta velocidad, con lo que no superará las tres horas de viaje.
Finalmente, el ministro recordó que las obras del AVE entre Ourense, Santiago y A Coruña han dinamizado la economía gallega al generar empleo para más de 9.000 trabajadores. No obstante, ahora es el turno de los sectores productivos, a los que instó a 'generar actividad económica para Galicia, que permita aprovechar al máximo la inversión' realizada en el AVE. 'Estoy seguro de que los gallegos seremos capaces de hacer de esta oportunidad el tren del futuro sobre el que asentar una de las bases de su desarrollo', concluyó.
