El presidente de la Diputación, José Luis Baltar, negó que las negociaciones propiciadas desde el ente provincial con la factoría británica Xero, para que instalase una fábrica de vehículos eléctricos en la provincia, fuese una 'bluf' electoral, como le interpeló el PSOE durante el turno de ruegos y preguntas del pleno. 'En ningún mitin electoral nomeei a Xero', explicó el presidente, 'simplemente fixen unha serie de xestións coa Xunta que levaron a que ésta comprometese 11 millóns de euros' a cargo del Plan Impulsa, para destinarlos a subvencionar el proyecto.
Baltar aseguró también que facilitó un encuentro entre los promotores de la firma británica y empresarios ourensanos, a raíz de la necesidad de Xero de buscar socios capitalistas. Precisamente, en aquel encuentro celebrado el 30 de agosto se marcó el plazo de un mes, que finalizó ayer, para recabar los fondos y decidir la ubicación de la planta de fabricación de vehículos eléctricos. Por eso, Baltar apuntó que ya se habían puesto todas las cartas sobre la mesa y que 'agora Xero debe decidir se instalarse na provincia ou non'.
Por otra parte, el conselleiro de Economía, Javier Guerra, declaró el pasado jueves en la ciudad que ahora era el turno de que los 'empresarios poñan a súa parte', después de que la Xunta ya comprometiese once millones al proyecto.
Uno de los promotores de la empresa inglesa, Julio Mayorga, apuntó en su última visita a la ciudad que no podían ralentizar más los planes de la compañía y que contaban con otras alternativas a Ourense. De hecho, se baraja también la posibilidad de ubicar la fábrica de vehículos eléctricos, que crearía alrededor de un millar de puestos de trabajo, en el continente asiático.
Por otra parte, el conselleiro de Economía, Javier Guerra, declaró el pasado jueves en la ciudad que ahora era el turno de que los 'empresarios poñan a súa parte', después de que la Xunta ya comprometiese once millones al proyecto.
Uno de los promotores de la empresa inglesa, Julio Mayorga, apuntó en su última visita a la ciudad que no podían ralentizar más los planes de la compañía y que contaban con otras alternativas a Ourense. De hecho, se baraja también la posibilidad de ubicar la fábrica de vehículos eléctricos, que crearía alrededor de un millar de puestos de trabajo, en el continente asiático.
