El presidente del PP de Ourense y de la Diputación, Manuel Baltar, cree que la campaña electoral en Galicia, con 'todo lo ocurrido' en la llamada Operación Pokemon, que investiga una supuesta trama de corrupción, ha derivado dentro del ámbito político en la 'escenificación' del fracaso de los bipartitos.
El BNG rompió el pacto alcanzado en las últimas municipales en esta ciudad después de que el alcalde, Francisco Rodríguez (PSdeG), se negase a dimitir tras haber sido imputado por prevaricación y cohecho y abonar una fianza de 6.000 euros para su puesta en libertad.
Finalmente abandonó el cargo, siendo sustituido por Agustín Fernández, y en el camino, la jueza de Lugo Pilar de Lara Cifuentes, que se ha hecho cargo de las indagaciones relacionadas con las concesiones de servicios públicos municipales en varios ayuntamientos, implicó en el caso a otro edil orensano, pero del BNG, Fernando Varela, que dimitió.
Por ello, considera Baltar en una entrevista con Efe, las alianzas entre socialistas y nacionalistas tanto en la ciudad de Ourense como en Galicia y España son 'simplemente' gobiernos 'perdedores' que se 'han tenido que unir' para hacerse con el bastón de mando.
La Operación Pokemon es percibida por Baltar como una situación que 'ha salpicado la campaña', y que 'no beneficia a nadie'.
'Pero lo sucedido en Ourense ha sido la escenificación de lo que ha venido siendo el bipartito en la ciudad de Ourense desde que empezó: partidos perdedores que nunca ha ganado unas elecciones y que se unen para evitar que gane la lista más votada', insiste.
Así, desde la irrupción de PSdeG y BNG en el grupo de gobierno orensano, Baltar Blanco recuerda que ambas formaciones llevan tres tenientes de alcalde. 'Si llegan a un nuevo acuerdo será el cuarto', indica, sumado al 'sinfín de directores generales de un lado y de otro' y desde hace una semana, el nombramiento de un segundo alcalde, Agustín Fernández.
'Este tipo de interferencias o de turbulencias no benefician a nadie', subraya Baltar, quien a pesar de todo se muestra optimista y confía en que los orensanos acudan a las urnas y demuestren su opinión con el voto.
'Algunos hablan de desmotivación; yo creo que la participación va a mantenerse en los números de convocatorias anteriores'.
Defiende Baltar que la provincia de Ourense ha sido en los últimos años una pieza clave para el PPdeG a la hora de alcanzar la presidencia de la Xunta de Galicia, y apunta que así lo reconoció recientemente el secretario de campaña, Alfonso Rueda.
Como muestra, recuerda las elecciones de 1989, cuando Manuel Fraga consiguió la mayoría absoluta con 38 diputados, 'gracias a una coalición del PP con Centristas de Galicia' así como los comicios de 2011, dónde 'quedó patente el gran triunfo del PP'.
Ourense fue la 'primera provincia de Galicia en apoyo al PP y séptima de España en un triunfo grandioso', señala.
Así, no tiene ninguna duda de que Ourense 'será decisiva' de nuevo este 21 de octubre.
En lo que respecta al amplio espectro de partidos que se presentan a los comicios, cree que el PPdeG se presenta con 'unas candidaturas excelentes que no han dado lugar al más mínimo comentario o disensión'.
Por el contrario, destaca el 'espectáculo deleznable' ofrecido por 'otros partidos', que se limitan al 'hai que paralos' -en alusión al lema de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), de Xosé Manuel Beiras- o a 'hablar mal' de Feijóo y del PP.
'Consecuentemente -dice- los ciudadanos tienen que pensar en esas fuerzas que propugnan algo positivo y ese es el PP'.
'Los ciudadanos saben lo que se necesita en estos momentos, y desde luego bipartitos y experimentos no', advierte Baltar, quien recuerda que lo único que se puede sacar de positivo de los bipartitos 'es que los gallegos tienen claro para qué sirvió el socialismo y el nacionalismo gobernando juntos'.
Asimismo, destaca la gestión de Alberto Núñez Feijóo, alejada de 'presupuestos pirotécnicos'; un esfuerzo que hace prever que Galicia sea la primera comunidad en 'salir de la crisis, recuperar el crecimiento y generar empleo'.
'Hay un hecho cierto y objetivo, y es que somos la comunidad autónoma más solvente del conjunto del territorio nacional', proclama.
Frente a las críticas de la oposición, valora de forma positiva las inversiones realizadas en la provincia: 'Es real que la Xunta ha licitado por 60 millones un nuevo hospital, es real su apuesta para que Manzaneda tenga futuro, y es real un Plan Impulsa que determina que Ourense es un buen lugar para invertir', relata.
Y apostilla: 'Si comparamos la época de bonanza con el bipartito, donde no llegó nada y fue una colección de folios en blanco, es para estar satisfechos'.
Por último, preguntado por la polémica surgida a raíz de las movilizaciones en todo el Estado español, Baltar asegura que es un 'recurso desesperado de las formaciones políticas que pierden en las urnas', en muchos casos guiadas por 'instrucciones políticas' de algún partido para 'socavar la imagen del que gobierna, pero en absoluto para mejorar la sociedad'.
En este sentido, indica que lo que esta sociedad necesita es 'tranquilidad' y priorizar medidas y recursos, tras advertir que 'si las medidas adoptadas (por el Gobierno central) se hubieran puesto en marcha hace cuatro años seguro que no estaríamos en esta situación'.
Y sentencia: 'Si se hubieran puesto en marcha en España las medidas adoptadas por Feijóo, España no estaría en esta situación'.
Finalmente abandonó el cargo, siendo sustituido por Agustín Fernández, y en el camino, la jueza de Lugo Pilar de Lara Cifuentes, que se ha hecho cargo de las indagaciones relacionadas con las concesiones de servicios públicos municipales en varios ayuntamientos, implicó en el caso a otro edil orensano, pero del BNG, Fernando Varela, que dimitió.
Por ello, considera Baltar en una entrevista con Efe, las alianzas entre socialistas y nacionalistas tanto en la ciudad de Ourense como en Galicia y España son 'simplemente' gobiernos 'perdedores' que se 'han tenido que unir' para hacerse con el bastón de mando.
La Operación Pokemon es percibida por Baltar como una situación que 'ha salpicado la campaña', y que 'no beneficia a nadie'.
'Pero lo sucedido en Ourense ha sido la escenificación de lo que ha venido siendo el bipartito en la ciudad de Ourense desde que empezó: partidos perdedores que nunca ha ganado unas elecciones y que se unen para evitar que gane la lista más votada', insiste.
Así, desde la irrupción de PSdeG y BNG en el grupo de gobierno orensano, Baltar Blanco recuerda que ambas formaciones llevan tres tenientes de alcalde. 'Si llegan a un nuevo acuerdo será el cuarto', indica, sumado al 'sinfín de directores generales de un lado y de otro' y desde hace una semana, el nombramiento de un segundo alcalde, Agustín Fernández.
'Este tipo de interferencias o de turbulencias no benefician a nadie', subraya Baltar, quien a pesar de todo se muestra optimista y confía en que los orensanos acudan a las urnas y demuestren su opinión con el voto.
'Algunos hablan de desmotivación; yo creo que la participación va a mantenerse en los números de convocatorias anteriores'.
Defiende Baltar que la provincia de Ourense ha sido en los últimos años una pieza clave para el PPdeG a la hora de alcanzar la presidencia de la Xunta de Galicia, y apunta que así lo reconoció recientemente el secretario de campaña, Alfonso Rueda.
Como muestra, recuerda las elecciones de 1989, cuando Manuel Fraga consiguió la mayoría absoluta con 38 diputados, 'gracias a una coalición del PP con Centristas de Galicia' así como los comicios de 2011, dónde 'quedó patente el gran triunfo del PP'.
Ourense fue la 'primera provincia de Galicia en apoyo al PP y séptima de España en un triunfo grandioso', señala.
Así, no tiene ninguna duda de que Ourense 'será decisiva' de nuevo este 21 de octubre.
En lo que respecta al amplio espectro de partidos que se presentan a los comicios, cree que el PPdeG se presenta con 'unas candidaturas excelentes que no han dado lugar al más mínimo comentario o disensión'.
Por el contrario, destaca el 'espectáculo deleznable' ofrecido por 'otros partidos', que se limitan al 'hai que paralos' -en alusión al lema de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), de Xosé Manuel Beiras- o a 'hablar mal' de Feijóo y del PP.
'Consecuentemente -dice- los ciudadanos tienen que pensar en esas fuerzas que propugnan algo positivo y ese es el PP'.
'Los ciudadanos saben lo que se necesita en estos momentos, y desde luego bipartitos y experimentos no', advierte Baltar, quien recuerda que lo único que se puede sacar de positivo de los bipartitos 'es que los gallegos tienen claro para qué sirvió el socialismo y el nacionalismo gobernando juntos'.
Asimismo, destaca la gestión de Alberto Núñez Feijóo, alejada de 'presupuestos pirotécnicos'; un esfuerzo que hace prever que Galicia sea la primera comunidad en 'salir de la crisis, recuperar el crecimiento y generar empleo'.
'Hay un hecho cierto y objetivo, y es que somos la comunidad autónoma más solvente del conjunto del territorio nacional', proclama.
Frente a las críticas de la oposición, valora de forma positiva las inversiones realizadas en la provincia: 'Es real que la Xunta ha licitado por 60 millones un nuevo hospital, es real su apuesta para que Manzaneda tenga futuro, y es real un Plan Impulsa que determina que Ourense es un buen lugar para invertir', relata.
Y apostilla: 'Si comparamos la época de bonanza con el bipartito, donde no llegó nada y fue una colección de folios en blanco, es para estar satisfechos'.
Por último, preguntado por la polémica surgida a raíz de las movilizaciones en todo el Estado español, Baltar asegura que es un 'recurso desesperado de las formaciones políticas que pierden en las urnas', en muchos casos guiadas por 'instrucciones políticas' de algún partido para 'socavar la imagen del que gobierna, pero en absoluto para mejorar la sociedad'.
En este sentido, indica que lo que esta sociedad necesita es 'tranquilidad' y priorizar medidas y recursos, tras advertir que 'si las medidas adoptadas (por el Gobierno central) se hubieran puesto en marcha hace cuatro años seguro que no estaríamos en esta situación'.
Y sentencia: 'Si se hubieran puesto en marcha en España las medidas adoptadas por Feijóo, España no estaría en esta situación'.
