La Policía envía a Madrid muestras recogidas en la nave para determinar si hubo acelerantes en el incendio

Los bomberos vuelven a ‘Bazar Orense’ para sofocar un pequeño foco en unos colchones

 Exterior de las instalaciones de ‘Bazar Orense’, destruidas por el incendio del pasado sábado. (Foto:  Miguel Ángel)
Los bomberos volvieron ayer a ‘Bazar Orense’, en esta ocasión para sofocar un pequeño conato en unos colchones. Mientras, la Policía prosigue la investigación para determinar las causas del incendio ocurrido el pasado sábado.
Casi una semana después de que un incendio arrasase las cinco plantas de la nave de ‘Bazar Orense’ en Quintela de Canedo, los bomberos tuvieron que acudir de nuevo a las instalaciones a sofocar un pequeño fuego. En esta ocasión, afectó a unos colchones almacenados en la parte exterior del edificio junto con escombros del incendio del sábado. Los bomberos no pudieron precisar las circunstancias en las que se produjo este conato, que fue rápidamente extinguido.

Mientras, la investigación para tratar de determinar cómo comenzó el incendio del pasado sábado sigue su curso. Tras la inspección realizada el lunes por la Policía, queda pendiente ahora saber el resultado de las muestras recogidas en la nave, que han sido enviadas a Madrid para su análisis por parte de la Policía Científica. El objetivo de estas pruebas, que se realizan rutinariamente en la investigación de todos los incendios, es el de comprobar si había alguna sus tancia que actuara como acelerante del fuego.

No obstante, la hipótesis principal de la Policía continúa siendo la de que el incendio se originó de manera fortuita, dado que, a falta de conocer los resultados de esos análisis, ningún dato objetivo lleva a pensar que fuera provocado: las puertas de la nave no habían sido forzadas, la alarma funcionó y avisó del fuego en el interior de la nave y tampoco se halló ningún detalle que llevara a relacionar lo ocurrido con una supuesta intencionalidad. Todo ello, teniendo en cuenta, además, que los equipos de extinción llegaron al incendio poco después de que se iniciase y no observaron nada extraño.

Al margen de ello, la propia Policía ourensana reconoce las dificultades para llegar a concretar el origen del incendio, dado que ‘todo estaba tan destrozado por las altas temperaturas que se alcanzaron (1.500 grados) que muchas de los detalles que nos pueden servir para conocer lo ocurrido han desaparecido’, señalan fuentes de la Comisaría ourensana. Por el momento, la sospecha de los investigadores es que el incendio se originó en la planta baja, pero sitúan el primer foco más cerca de las escaleras y no tanto en la entrada, como se pensaba en un primer momento.

Fuera de la investigación, el director general de la empresa, Manuel Fernández, reiteraba a este periódico su intención de reabrir la tienda aunque aseguró que está pendiente de los peritos para saber el estado en el que se encuentra la nave y las acciones a llevar a cabo para su recuperación.

Te puede interesar