El proyecto, que está destinado a abaratar el alumbrado público, garantiza una vida lumínica superior a los 10 años

Una bombilla LED inventada en el Campus ahorra un 80% de energía

El catedrático Humberto Michinel, en su laboratorio..
En los laboratorios de la Facultad de Física del Campus ourensano se ha gestado una bombilla con tecnología LED que permite ahorrar un 80% de energía. Los responsables de la iniciativa son los profesores Ricardo Bendaña y Humberto Michinel, que han sido capaces de minimizar la generación de calor que produce para así evitar que se funda y garantizar una vida lumínica superior a una década.
Todo comenzó gracias a la empresa de ingeniería de Ourense Innebo, a quien las bombillas LED que instalaban se le fundían transcurridos dos meses. El ingeniero Eduardo Balvís acudió entonces a los docentes y coordinadores del Máster en Fotónica para que averiguasen por qué no duraban aquellas luces.

Resulta que en las bombillas tradicionales -hoy ya retiradas del mercado- la luz se genera en una pequeña fracción como residuo de la producción de calor, mientras que con la tecnología LED ocurre lo contrario: 'Se podría decir que el 80% es luz y el 20% calor', tal y como explica Humberto Michinel. De ahí que el ahorro de energía con este sistema alcance un porcentaje tan elevado. Teniendo en cuenta estos precedentes, los físicos se dieron cuenta de que ese residuo 'no se estaba eliminando bien' y el sobrecalentamiento provocaba que las bombillas de Innebo se fundiesen.

Detectado entonces el problema, 'decidimos investigar si era posible diseñar alguna forma de eliminar el calor que fuese sencilla y pasiva; es decir, que no supusiese instalar, por ejemplo, un ventilador'. Y lo lograron.


MÁXIMO AHORRO

Las bombillas LED diseñadas en el Campus suponen ahorro económico por varios motivos. El propio ahorro energético favorece que 'el tiempo de retorno de la inversión se sitúe entre dos y tres años'. Puesto que la vida media de los dispositivos se prevé superior a la década, su instalación permitiría un gran ahorro en el alumbrado público, que es el ámbito al que en un principio está destinado el proyecto. El precio de las bombillas es 'ultracompetitivo' pero, además, los profesores han querido evitar que el cambio a este sistema exija grandes gastos y, por lo tanto, han diseñado 'una estructura muy similar a la bombilla enroscable' que se adapta al encaje tradicional.

Al fin y al cabo, 'nosotros no hemos inventado nada, pero hemos sido capaces de garantizar un ahorro y que el producto dure lo suficiente para que salga a cuenta hacer un cambio masivo', explica Michinel. El alumbrado público constituye el mercado idóneo por su elevado consumo energético que posibilita 'mayor potencial de ahorro' y, además, la iluminaria doméstica presenta mayor variedad de formatos, que no podrían cubrirse con uno o dos modelos de bombilla.

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