El precio de los carburantes lleva meses al alza, batiendo cada día su propio récord y ahogando poco a poco los bolsillos de los ourensanos. Esa realidad se está viendo reflejada ahora en las estadísticas, concretamente en el Índice de Precios al Consumo (IPC) que elabora cada mes el Instituto Nacional de Estadística, un indicador que, como consecuencia de esta salvaje subida de precios en los combustibles, ha repuntado hasta el 2,9% en la tasa interanual, cuatro décimas más que el dato de julio. Esta tasa significa que los precios crecen a un ritmo mayor de lo que lo hacen en el resto de provincias gallegas y en el conjunto del Estado. La media gallega y española se sitúa, en el 2,7% y el 2,6% respectivamente.
Desgranando la estadística por diferentes sectores es cuando se comprueba que los transportes son los principales responsables del repunte del IPC por segundo mes consecutivo. Si el mes pasado los gastos asociados a los transportes eran un 4,6% más baratos que el mismo mes del año pasado, en este son casi un 2% más costosos. Los precios han subido casi un 3% respecto al mes pasado. El otro indicador que sube respecto al mes de julio es el de los gastos sanitarios, que son ahora un 3,6% más caros que en agosto de 2022.
Los otros diez grupos que conforman esta estadística se han moderado respecto al dato del IPC de julio, aunque en la provincia solo han bajado los gastos relacionados con la vivienda, auga, electricidad, gas y otros combustibles y los que tienen que ver con la enseñanza.
El IPC subió en agosto en Galicia hasta el 2,7%, seis décimas más que el dato de julio (2,1%), que a su vez era superior al de junio (1,5%). Así, el IPC de la comunidad se quedó una décima por encima de la media nacional, ya que en el total de España este dato fue del 2,6%, tres décimas más que el mes anterior. Precisamente a nivel nacional, la inflación aumentó un 0,5% en agosto en relación con el mes anterior y elevó tres décimas su tasa interanual, hasta el 2,6%, debido, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales y de los combustibles líquidos. El precio de los alimentos, por su parte, moderó tres décimas su crecimiento, hasta el 10,5%. Frente al encarecimiento de los carburantes, Estadística destaca que los precios de la electricidad y de los servicios de alojamiento subieron en agosto de este año menos de lo que lo hicieron en el mismo mes de 2022.
