El caso de la cocaína oculta en fruta se queda en Galicia

La Audiencia de Pontevedra cree que el caso de los 400 kilos de cocaína de gran pureza ocultos en contenedores de bananas, con destino a la empresa de frutas Mavaz, en el Polígono de San Cibrao, gestionada por Manuel Benito V.P., debe entrar y quedar en su sala de vistas. Ha desestimado la declinatoria de jurisdicción planteada por uno de los principales encausados, aunque apoyada por la mayoría de los letrados del resto de imputados, partidarios de que la instrucción sumarial pasase a uno de los juzgados centrales de la Audiencia Nacional. Esta última es competente cuando los hechos son cometidos por un grupo organizado y cuando el hecho delictivo produce efectos en varios territorios. En este caso, Portugal -donde llegaron los contenedores-; Ourense (destino final) y Pontevedra (se incautó droga en la vivienda de uno de los procesados). Pero la resolución de la sala ha dejado a algunos letrados con ganas de recurrir. Y así lo harán, ante el TSXG, según confirmaron a este diario. Entre otras razones, ven contradicciones en la argumentación. La Audiencia Nacional asume competencias cuando los hechos son cometidos por bandas o grupos organizados. Según la Audiencia pontevedresa, el fiscal, en su escrito de acusación, "no atribuye los hechos a un grupo organizado". Añade que la acusación pública se limita a decir que alguno de los nueve acusados (hay otro más, considerado uno de los cabecillas, Juan Miguel G.S., en paradero desconocido) "formaba parte de distintas organizaciones internacionales que no han sido objeto de investigación en la presente causa". No obstante, el fiscal antidroga de Pontevedra les imputa a todos ellos "un delito contra la salud pública en la modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, concurriendo el subtipo superagravado de extraordinaria gravedad en atención a la simulación de operaciones de comercio internacional entre empresas por redes dedicadas a este tipo de actividades, cometido merced al desarrollo de la actuación de organizaciones criminales de narcotráfico". La inteligencia americana operación, que culminó en enero de 2019, cuando llegaron los contenedores al puerto de Leixoes (Portugal), autorizándose en ese país el traslado a Ourense con parte de la droga (entrega vigilada) para así detener a los implicados. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Vilagarcía número 1 había asumido un año antes la investigación a raíz de la comunicación enviada desde la oficina de la DEA en Madrid: "Se ha recibido información que alerta de la existencia de una empresa criminal que se dedica a importar grandes cantidades de cocaína a territorio español a través de contenedor marítimo". La inteligencia americana advertía ya entonces que "una organización criminal tendría planeado enviar una cantidad importante de cocaína oculta en un contenedor con fruta como mercancía legal". El destino final, "una nave industrial sita en Ourense (Galicia) y haciendo uso de una empresa de nombre Mavaz". También daba el nombre del coordinador del envío, "Juanjo" (el investigado que está huido). En la vista en la que se planteó que el sumario fuese a Madrid, también se planteó la competencia territorial de la Audiencia de Ourense por ser el lugar de aprehensión material de la droga.