La subasta de la Guardia Civil sólo adjudicó 55 de un total de 373

Un centenar de armas se destinará a chatarra

Algunas de las escopetas que salieron a subasta en el día de ayer en la Guardia Civil.  (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El salón de actos del cuartel de Santa Mariña se convirtió en la mañana de ayer en una especie de galería de subastas, en donde sólo había armas de fuego. En total, los lotes destinados a la puja constaban de 373 armas,243 que salían por primera vez a la venta y 130 que quedaron desiertas en la subasta del pasado año. El precio de salida más caro era de 4.500 euros y el más barato, un céntimo de euro.
La subasta atrajo a una veintena de personas que se dieron cita en el cuartel a las 10.00 horas, cerrándose hora y media después ya que sólo se adjudicaron 55 piezas (30 armas de primera subasta y 25 de segunda). Entre el público, había sobre todo cazadores en busca de alguna ganga que poder llevarse a casa. Así, por la escopeta más cara se pagó 450 euros y 32 por la más barata, en ambos caso muy por debajo de los precios del mercado.

Según la información de la Guardia Civil, las 105 armas de fuego que no consiguieron adjudicarse procedentes ya de la subasta del pasado año serán destinadas a chatarra mientras que las 113 restantes quedarán para el año que viene.

Los lotes que se ponen a la venta proceden de personas -cazadores- que no renuevan su licencia de armas (debe hacerse cada cinco años)o bien de las que la Guardia Civil requisa en operaciones policiales. En el primer caso, el dinero obtenido va destinado a sus antiguos propietarios y el Instituto Armado sólo ejerce de intermediario.


LICENCIAS EN VIGOR

En la provincia de Ourense, se estima que uno de cada diez habitantes dispone de al menos un arma de fuego, con algo más de 35.000 licencias en vigor, según el censo del que dispone la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense. De todas ellas, cerca de 33.000 son escopetas y carabinas destinadas a la caza menor.

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