El padre de Laura Alonso aseguró ayer que no descansará hasta que el que mató a su hija cumpla la máxima pena. El hombre afirma no entender la denuncia por amenazas que le presentó el padre de Javier Cruz, porque ni llegamos a discutir.
Cesáreo Alonso, el padre de la joven hallada muerta el pasado 30 de agosto en una pista forestal de Toén, tras seis días de intensa búsqueda, rompió el silencio y, en declaraciones a La Región, aseguró que no descansará hasta que el que mató a mi hija cumpla la máxima pena y pague duro por lo que hizo. Es lo único que ahora puedo hacer por ella y lucharé hasta el final. Con pesar y abatimiento, afirma con rotundidad: No me rendiré hasta que pague por su muerte y todo el dolor que nos está causando.
El progenitor de Laura Alonso no puede evitar las lágrimas al evocar la desaparición de la joven y el hallazgo de su cadáver. De momento no quiere hablar de los duros momentos vividos, aunque advierte que cuando se levante el secreto de sumario se desvelarán datos. Yo tenía una hija y ahora no la tengo, la mataron. No sabía que había denunciado a Javier Cruz (el ex novio que confesó haberla matado) y que después la obligaron a retirarla, aconsejándole que era una vergüenza que se supiera. Lo supe ahora, cuando ya era tarde, apunta.
Alonso no entiende los motivos de la denuncia que le presentó Eduardo Cruz, padre de Javier Cruz, por amenazas de muerte. Ni tan siquiera llegamos a discutir, sólo le dije que retirara el coche del lugar en que lo había aparcado, recalca.
El padre de Laura Alonso y la madre de Javier Cruz, Ramona González, trabajan en una cantera del municipio. Según Cesáreo Alonso, el pasado 13 de septiembre, el gerente de la explotación le dijo que la mujer había solicitado incorporarse a su trabajo. Le dije que por mí no había ningún problema, que yo me marchaba porque no quería trabajar en el mismo lugar en el que estaba la madre de la persona que confesó haber matado a mi hija. Les dije que me iba a buscar trabajo a otro lugar, que no iban a tener ningún problema, afirmó, recalcando que se olvidó del asunto hasta el pasado martes cuando vio en la explotación al padre del homicida confeso. Había acudido a las instalaciones a pedir una explicación por el despido de su mujer. Yo venía de un viaje de Portugal y tenía que cargar unos palés de madera en el lugar en que él había aparcado el coche. Sólo le dije que retirara el vehículo, nada más y me denunció por amenazas de muerte cuando ni llegamos a discutir, afirma Cesáreo Alonso. El denunciante, por su parte, declinó ofrecer su versión sobre el incidente que acabó ante la Guardia Civil.
Me debían pedir perdón
Cesáreo Alonso no se siente responsable porque los directivos de la cantera en que trabaja decidieran romper la relación laboral con la madre del ex novio, quien trabajaba como autónoma en el comedor de la nave industrial. Esto es una empresa privada y los jefes son los que deciden. Llevo 20 años a su servicio y no me importaba marcharme, afirma, apuntando que todos los compañeros son testigos de lo que pasó en la tarde del martes. Al ver que le pedía que retirará el coche, acudieron alarmados porque era la primera vez que nos veíamos y le pidieron que se fuese. El progenitor de Laura Alonso entiende que los padres de Javier Cruz no fueron los que mataron a su hija pero deberían pedir perdón por ocultar lo que tenían en su casa. Sabían como era y no se lo advirtieron a nadie. Antes de que apareciera el cuerpo de mi hija, el sábado, un día antes ya habían contratado a un abogado para defenderle, explica.
Tanto el padre, concejal del PP en Toén, como la madre de Javier Cruz lamentaban ayer todo lo sucedido. Declinaron hacer declaraciones públicas pero dejaron claro que no tienen nada contra los padres y la familia Alonso. Además, recordaban que el autor de la muerte de Laura ya está pagando por ello.
El progenitor de Laura Alonso no puede evitar las lágrimas al evocar la desaparición de la joven y el hallazgo de su cadáver. De momento no quiere hablar de los duros momentos vividos, aunque advierte que cuando se levante el secreto de sumario se desvelarán datos. Yo tenía una hija y ahora no la tengo, la mataron. No sabía que había denunciado a Javier Cruz (el ex novio que confesó haberla matado) y que después la obligaron a retirarla, aconsejándole que era una vergüenza que se supiera. Lo supe ahora, cuando ya era tarde, apunta.
Alonso no entiende los motivos de la denuncia que le presentó Eduardo Cruz, padre de Javier Cruz, por amenazas de muerte. Ni tan siquiera llegamos a discutir, sólo le dije que retirara el coche del lugar en que lo había aparcado, recalca.
El padre de Laura Alonso y la madre de Javier Cruz, Ramona González, trabajan en una cantera del municipio. Según Cesáreo Alonso, el pasado 13 de septiembre, el gerente de la explotación le dijo que la mujer había solicitado incorporarse a su trabajo. Le dije que por mí no había ningún problema, que yo me marchaba porque no quería trabajar en el mismo lugar en el que estaba la madre de la persona que confesó haber matado a mi hija. Les dije que me iba a buscar trabajo a otro lugar, que no iban a tener ningún problema, afirmó, recalcando que se olvidó del asunto hasta el pasado martes cuando vio en la explotación al padre del homicida confeso. Había acudido a las instalaciones a pedir una explicación por el despido de su mujer. Yo venía de un viaje de Portugal y tenía que cargar unos palés de madera en el lugar en que él había aparcado el coche. Sólo le dije que retirara el vehículo, nada más y me denunció por amenazas de muerte cuando ni llegamos a discutir, afirma Cesáreo Alonso. El denunciante, por su parte, declinó ofrecer su versión sobre el incidente que acabó ante la Guardia Civil.
Me debían pedir perdón
Cesáreo Alonso no se siente responsable porque los directivos de la cantera en que trabaja decidieran romper la relación laboral con la madre del ex novio, quien trabajaba como autónoma en el comedor de la nave industrial. Esto es una empresa privada y los jefes son los que deciden. Llevo 20 años a su servicio y no me importaba marcharme, afirma, apuntando que todos los compañeros son testigos de lo que pasó en la tarde del martes. Al ver que le pedía que retirará el coche, acudieron alarmados porque era la primera vez que nos veíamos y le pidieron que se fuese. El progenitor de Laura Alonso entiende que los padres de Javier Cruz no fueron los que mataron a su hija pero deberían pedir perdón por ocultar lo que tenían en su casa. Sabían como era y no se lo advirtieron a nadie. Antes de que apareciera el cuerpo de mi hija, el sábado, un día antes ya habían contratado a un abogado para defenderle, explica.
Tanto el padre, concejal del PP en Toén, como la madre de Javier Cruz lamentaban ayer todo lo sucedido. Declinaron hacer declaraciones públicas pero dejaron claro que no tienen nada contra los padres y la familia Alonso. Además, recordaban que el autor de la muerte de Laura ya está pagando por ello.
