Cheikh Niasse tiene 38 años, es de Senegal aunque vive desde hace dos décadas en Ourense, y en esta ciudad ha abierto el único restaurante africano de Galicia, una tierra con la que estaba en deuda por el cariño con el que fue acogido a su llegada.
Que exista un establecimiento de estas características -'Casa África'- es algo que esta comunidad 'se merece', 'quiero que se me recuerde como aquel africano que estaba encantado de vivir aquí y que pretendió dejar a todos los gallegos con un buen sabor de boca', argumenta, con una retranca que domina igual o mejor que los oriundos.
Es el dueño y el trabajador principal, aunque con él colabora la cocinera Oumy Ndaw, una joven de risa fácil que enseña algunas muestras del completo y suculento menú, como el tieboudienne (pescado marinado), plato nacional; el yassa, con pollo o pescado servido con cebollas, ajo, mostaza y salsa de limón; el maafe, carne con vegetales en una salsa de cacahuetes; el bassi-salaté, un couscous local; el chura-gerté, sopa dulce de leche y arroz; el dibi, cordero a la parrilla, o el lait-caillé, albóndigas en crema ácida.
El ingrediente principal es el arroz, que admite múltiples preparaciones, detalla Oumy, aunque existen otros acompañamientos con cereales, como el mijo. En las bebidas no hay duda: jengibre, 'que es afrodisíaco' o bissap.
'La materia prima la encontramos aquí, sin mayor dificultad', cuenta Cheikh, que se hace llamar Sergio, y explica la razón: 'Mi nombre se pronuncia 'Xej', pero para algunos es muy difícil, y al dedicarte a esto, tal y como lo dicen, en ocasiones entiendo 'sed'. Así que esa ha sido mi solución, me llamo Sergio, es el nombre español que entiendo que se parece más al mío', bromea.
En Ourense calcula que puede haber tres centenares de senegaleses viviendo, pero asegura que la cifra es menor, en comparación a los compañeros que residen en otras provincias, como A Coruña o Vigo. 'De ahí no tengo datos, tampoco nos vamos contando, jajaja, pero sé que son más', apunta.
Niasse es un amante de la cocina tradicional gallega, 'la ternera de aquí es buenísima', sostiene, y como musulmán no puede opinar de las bebidas alcohólicas.
El horario es continuo durante el día, y hasta bien entrada la noche. A cualquier hora es posible degustar estos platos, siendo el más demandado el típico, el tieboudienne, que combina arroz, pescado y verdura.
El más exótico, en cambio, es el ceebu war, que une a los componentes del anterior semillas de neré fermentadas y salsa de hojas o tamarindo; y el postre estrella, el toufam, una especie de yogur diluido con agua azucarada.
En las galerías ourensanas Unión Progreso, Cheikh no solo ha ubicado esta cafetería, sino que posee otra tienda con ropa, complementos y adornos típicos de Senegal.
'Todavía no sé si me haré con más locales, porque si el restaurante va bien, he pensado en la posibilidad de alquilar el bajo de al lado y ampliarlo, hacerlo más típico, que los clientes puedan comer tranquilamente sentados en el suelo, y, si lo quieren hacer como nosotros, pues que varios comensales puedan compartir el mismo plato'.
La hospitalidad es norma de la casa, cuenta Niasse, que llegó a pisar también la arena política, al ir en la lista del PP de Ourense que encabezó Rosendo Fernández en las últimas elecciones municipales. 'Me ofrecieron poder ser la voz de los míos, contar los problemas con los que nos encontramos al llegar, aportar posibles soluciones, otra manera de hacer las cosas, y acepté. Esta es la razón que me mueve', apostilla.
Agraciado físicamente, desvela, pero solo tras una pregunta, que en alguna ocasión ha ejercido de modelo, 'pero no vivo de mi cuerpo -ironiza-. Soy un currante que busca dar de comer, y dar de comer bien, que como decís los gallegos, yo me considero gallego también, a comer, comer bien, lo demás es tontería'.
Es el dueño y el trabajador principal, aunque con él colabora la cocinera Oumy Ndaw, una joven de risa fácil que enseña algunas muestras del completo y suculento menú, como el tieboudienne (pescado marinado), plato nacional; el yassa, con pollo o pescado servido con cebollas, ajo, mostaza y salsa de limón; el maafe, carne con vegetales en una salsa de cacahuetes; el bassi-salaté, un couscous local; el chura-gerté, sopa dulce de leche y arroz; el dibi, cordero a la parrilla, o el lait-caillé, albóndigas en crema ácida.
El ingrediente principal es el arroz, que admite múltiples preparaciones, detalla Oumy, aunque existen otros acompañamientos con cereales, como el mijo. En las bebidas no hay duda: jengibre, 'que es afrodisíaco' o bissap.
'La materia prima la encontramos aquí, sin mayor dificultad', cuenta Cheikh, que se hace llamar Sergio, y explica la razón: 'Mi nombre se pronuncia 'Xej', pero para algunos es muy difícil, y al dedicarte a esto, tal y como lo dicen, en ocasiones entiendo 'sed'. Así que esa ha sido mi solución, me llamo Sergio, es el nombre español que entiendo que se parece más al mío', bromea.
En Ourense calcula que puede haber tres centenares de senegaleses viviendo, pero asegura que la cifra es menor, en comparación a los compañeros que residen en otras provincias, como A Coruña o Vigo. 'De ahí no tengo datos, tampoco nos vamos contando, jajaja, pero sé que son más', apunta.
Niasse es un amante de la cocina tradicional gallega, 'la ternera de aquí es buenísima', sostiene, y como musulmán no puede opinar de las bebidas alcohólicas.
El horario es continuo durante el día, y hasta bien entrada la noche. A cualquier hora es posible degustar estos platos, siendo el más demandado el típico, el tieboudienne, que combina arroz, pescado y verdura.
El más exótico, en cambio, es el ceebu war, que une a los componentes del anterior semillas de neré fermentadas y salsa de hojas o tamarindo; y el postre estrella, el toufam, una especie de yogur diluido con agua azucarada.
En las galerías ourensanas Unión Progreso, Cheikh no solo ha ubicado esta cafetería, sino que posee otra tienda con ropa, complementos y adornos típicos de Senegal.
'Todavía no sé si me haré con más locales, porque si el restaurante va bien, he pensado en la posibilidad de alquilar el bajo de al lado y ampliarlo, hacerlo más típico, que los clientes puedan comer tranquilamente sentados en el suelo, y, si lo quieren hacer como nosotros, pues que varios comensales puedan compartir el mismo plato'.
La hospitalidad es norma de la casa, cuenta Niasse, que llegó a pisar también la arena política, al ir en la lista del PP de Ourense que encabezó Rosendo Fernández en las últimas elecciones municipales. 'Me ofrecieron poder ser la voz de los míos, contar los problemas con los que nos encontramos al llegar, aportar posibles soluciones, otra manera de hacer las cosas, y acepté. Esta es la razón que me mueve', apostilla.
Agraciado físicamente, desvela, pero solo tras una pregunta, que en alguna ocasión ha ejercido de modelo, 'pero no vivo de mi cuerpo -ironiza-. Soy un currante que busca dar de comer, y dar de comer bien, que como decís los gallegos, yo me considero gallego también, a comer, comer bien, lo demás es tontería'.
