El festival de cine es mucho más que proyecciones, pero son éstas las que, sin duda, más interés despiertan.
El gusto por las películas que llegan a Ourense a través del OUFF atrajo ayer a un público más que nutrido que no dudó en hacer cola para adquirir las entradas para alguna de las proyecciones. Las salas cinematográficas tuvieron un buen aforo, pero la distribución y exhibición de contenidos audiovisuales llegó también por otros cauces. La céntrica Praza Paz Nóvoa acogió ayer durante todo el día la actividad A caixiña dos mistos, una plataforma móvil que acercó el cine infantil a los más pequeños.