Los conserjes vuelven a suponer un quebradero de cabeza para el gobierno municipal de la ciudad. A diferencia de otras ocasiones, no es por la realización de contratos para cubrir plazas sino por todo lo contrario, es decir, por no cubrirlas. Así, el consejo escolar del Centro docente de personas adultas de Ourense (antes Ingabad) ha decidido dejar de impartir clases entre las cuatro de la tarde y las diez y media de la noche por la falta de conserjes.
Según explica en un comunicado, el centro contaba con tres conserjes, dos del Concello y uno de la Consellería de Educación (que está por la mañana). Sin embargo, desde que comenzó este curso, 'voltamos a estar coa falla dos conserxes do Concello, o que indica unha falla de sensibilidade pola súa parte co ensino de persoas adultas'. De esta forma, las clases continúan con normalidad por la mañana, mientras que por las tardes los profesores acuden al centro pero no imparten las materias porque 'o centro non pode estar aberto se non hai unhas mínimas condicións de seguridade', según explica el director, Francisco González, que asegura que también se le comunicó la situación a la Jefatura Territorial de Educación.
En este centro docente se imparten desde Bachillerato semipresencial a cursillos de español para inmigrantes, pasando por cursos de otros idiomas e informática, entre otras materias, todas para mayores de 18 años. A lo largo del curso hay alrededor de 1.500 personas matriculadas, de las que medio millar acuden por la mañana a las clases.
Ante estas quejas, la concejala de Educación, Ana Garrido, echa mano de un informe realizado en septiembre de 2008 por la jefa del servicio de Educación en el que se concluye que al Concello 'só lle corresponde labores de vixiancia cando se trata de centros de educación infantil, primaria ou ensino especial e non cando se trate de educación secundaria ou formación profesional', casos en los que depende de la 'administración educativa'.
Garrido señala que en este centro 'había una especie de prolongación (en la contratación de conserjes) porque donde está es un antiguo edificio del colegio de O Couto y siempre que podíamos mandábamos conserjes'. Según ella, el Concello paga la luz y la calefacción de este centro pero no contratará conserjes porque 'es competencia de la Xunta'.
En este centro docente se imparten desde Bachillerato semipresencial a cursillos de español para inmigrantes, pasando por cursos de otros idiomas e informática, entre otras materias, todas para mayores de 18 años. A lo largo del curso hay alrededor de 1.500 personas matriculadas, de las que medio millar acuden por la mañana a las clases.
Ante estas quejas, la concejala de Educación, Ana Garrido, echa mano de un informe realizado en septiembre de 2008 por la jefa del servicio de Educación en el que se concluye que al Concello 'só lle corresponde labores de vixiancia cando se trata de centros de educación infantil, primaria ou ensino especial e non cando se trate de educación secundaria ou formación profesional', casos en los que depende de la 'administración educativa'.
Garrido señala que en este centro 'había una especie de prolongación (en la contratación de conserjes) porque donde está es un antiguo edificio del colegio de O Couto y siempre que podíamos mandábamos conserjes'. Según ella, el Concello paga la luz y la calefacción de este centro pero no contratará conserjes porque 'es competencia de la Xunta'.
