'El coaching exige un gran sentido común y de la responsabilidad'

 (Foto: Miguel Ángel)
La psicóloga ourensana Olalla Álvarez ejerce en la actualidad como psicóloga y coach en los centros sanitarios de CO.SA.GA. y Santa Cristina, donde ha puesto en práctica esta técnica de guía vital que está alcanzando grandes resultados en todo el mundo, tanto a nivel personal como empresarial. Reivindica el coaching como un método completamente ajeno al trabajo con problemas mentales.

¿Como profesional del coaching, ¿cómo lo definiría a quien no lo conoce?
Existen multitud de definiciones sobre este campo tan en auge o tan “de moda”. A mí me gusta entenderlo como un entrenamiento personalizado que cubre el vacío existente entre lo que eres ahora y lo que deseas ser. Si lo llevamos al ámbito de la empresa, éste consistiría en liberar el potencial de una persona para incrementar al máximo su desempeño. Es un oficio en el que se debe poseer mucho sentido común, una buena formación en psicología, un mínimo conocimiento de la biología del cerebro humano y un gran sentido de la responsabilidad.

¿Qué ventajas comporta a la persona?
La principal ventaja es la rapidez con la que el cliente, que no paciente, puede empezar a sentir satisfacción y a percibir cambios en su vida. Un proceso de coaching se puede llevar a cabo en unos seis o siete encuentros de media. Sin embargo, desde la primera sesión pueden empezar a movilizarse una serie de cambios internos que tendrán mucho que ver con el grado de compromiso que el cliente genere consigo mismo. El coaching, en realidad, es lo que sucede entre las sesiones, por ello, toda la responsabilidad de éxito personal recaerá sobre el cliente, lo que es otro de sus puntos fuertes.

¿En qué consiste su método?
Soy todo lo contrario a una purista, porque apuesto por que coaching y psicología vayan de la mano. No entiendo una relación de ayuda profesional sin poseer cierta formación en algunos campos de la psicobiología humana, programación neurolingüística, desarrollo evolutivo, inteligencia emocional o habilidades sociales.

¿Se ha vuelto el coaching indispensable para las empresas de hoy en día?
Las empresas de hoy en día siguen siendo agrupaciones de personas que trabajan con unos objetivos comunes. Yo no hago diferencias entre empresa y particulares. A pesar de que entiendo que existen ramas y especializaciones dependiendo de a quién va orientado el proceso (ejecutivo, para líderes, educativo, familiar etc.), el elemento de trabajo siempre es el mismo, el ser humano y su relación con el mundo. Los cambios tienen que partir siempre de uno mismo.

¿Y para el desarrollo individual?
Nada es indispensable. El ser humano ha sobrevivido desde sus inicios a toda clase de dificultades, peligros, amenazas y nunca ha necesitado para ello más que sus propias capacidades. Si no existiesen el coaching ni la psicoterapia, seguirían existiendo personas a las que se les da mejor que a otras ayudar a sus congéneres a encontrar soluciones prácticas y efectivas a sus conflictos vitales. Ahora bien, otra consigna en el coaching es “usa todo para avanzar”, y si lo extrapolamos a nuestra era y al sistema social, si existe este método y es tan efectivo, ¿por qué no echar mano de él?

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