Trabajar para conseguir objetivos; ese es, en esencia, el ingrediente esencial del coaching, un método de superación relativamente joven que cada vez gana más adeptos. Hace un año aproximadamente, los responsables de 'Objetivo de coaching' abrieron una oficina en Ourense para ayudar a sus vecinos a solventar miedos, bloqueos, obstáculos o la propia timidez.
A pesar de que el término anglosajón comenzó a sonar hace unos años, la historia del coaching se remonta hasta la época de Sócrates. La disciplina filosófica que el griego legó a la humanidad es el conocido como método socrático, que consiste en una dialéctica basada en preguntas. Así, tal cual, funciona una de las ramas que explora el coaching, según explica Sara Álvarez, de la empresa ourensana. 'Creemos que la persona tiene todo el potencial para conseguir resultados por sí misma', cuenta. Tanto ella como su socia, Lus González se formaron con los mejores expertos en la materia, entre los que figura John Withmore.
El trabajo de un coach, supervisor de las sesiones, se basa en tres vertientes. Por un lado, las técnicas personales están encaminadas a 'superar bloqueos o miedos', aunque Sara Álvarez deja claro que 'siempre trabajamos con personas sanas, no con patologías'. En segundo lugar se encuentran los objetivos profesionales, entre los que destacan la conciliación de las vidas laboral y familiar o la mejora de las competencias en el trabajo. El tercer y último campo de trabajo de los miembros de 'Objetivo de coaching' lo componen las organizaciones, en las que un objetivo puede ser, por ejemplo, 'conseguir la cohesión'. En este área en concreto, desarrollan en la actualidad una técnica novedosa que 'pocos hacen en España'. Se trata de una 'dinámica de grupos con el caballo como herramienta' que les permite 'observar cómo funciona el equipo'.
Sara Álvarez afirma que 'en el momento en que hay personas, hay público potencial', ante la pregunta de si en Ourense hay campo de trabajo. La clave es que 'todo el mundo tiene algún objetivo que conseguir'. De este modo, cualquiera que desee superar algún obstáculo que le impide desarrollar la personalidad en toda su plenitud puede solicitar los servicios de un coach. Debe ser un proceso 'voluntario', en el que 'si la persona no lo considera necesario, no podemos intervenir'. Incluso en el coaching que gestionan directamente las empresas, 'todo lo que se trata es confidencial'. La experta ourensana añade, además, que 'el coaching avanza muy rápido' y, en ocasiones, bastan dos o tres sesiones.
En cuanto a los métodos de actuación destinados a profesionales, 'ahora mismo estamos trabajando en todos los sectores laborales'. El coaching es una técnica desarrollada, en un principio, para el deporte de élite y, hasta hace poco, 'era un proceso costoso que utilizaban sobre todo las empresas grandes y las multinacionales'. Aunque con cierta base psicológica tomada de diferentes corrientes como la Psicología positiva, el coaching no trata de desvelar el origen de los problemas, sino que 'da las claves para su solución'. Según explica Sara Álvarez, 'no hablamos del pasado, sino del futuro'.
El trabajo de un coach, supervisor de las sesiones, se basa en tres vertientes. Por un lado, las técnicas personales están encaminadas a 'superar bloqueos o miedos', aunque Sara Álvarez deja claro que 'siempre trabajamos con personas sanas, no con patologías'. En segundo lugar se encuentran los objetivos profesionales, entre los que destacan la conciliación de las vidas laboral y familiar o la mejora de las competencias en el trabajo. El tercer y último campo de trabajo de los miembros de 'Objetivo de coaching' lo componen las organizaciones, en las que un objetivo puede ser, por ejemplo, 'conseguir la cohesión'. En este área en concreto, desarrollan en la actualidad una técnica novedosa que 'pocos hacen en España'. Se trata de una 'dinámica de grupos con el caballo como herramienta' que les permite 'observar cómo funciona el equipo'.
Sara Álvarez afirma que 'en el momento en que hay personas, hay público potencial', ante la pregunta de si en Ourense hay campo de trabajo. La clave es que 'todo el mundo tiene algún objetivo que conseguir'. De este modo, cualquiera que desee superar algún obstáculo que le impide desarrollar la personalidad en toda su plenitud puede solicitar los servicios de un coach. Debe ser un proceso 'voluntario', en el que 'si la persona no lo considera necesario, no podemos intervenir'. Incluso en el coaching que gestionan directamente las empresas, 'todo lo que se trata es confidencial'. La experta ourensana añade, además, que 'el coaching avanza muy rápido' y, en ocasiones, bastan dos o tres sesiones.
En cuanto a los métodos de actuación destinados a profesionales, 'ahora mismo estamos trabajando en todos los sectores laborales'. El coaching es una técnica desarrollada, en un principio, para el deporte de élite y, hasta hace poco, 'era un proceso costoso que utilizaban sobre todo las empresas grandes y las multinacionales'. Aunque con cierta base psicológica tomada de diferentes corrientes como la Psicología positiva, el coaching no trata de desvelar el origen de los problemas, sino que 'da las claves para su solución'. Según explica Sara Álvarez, 'no hablamos del pasado, sino del futuro'.
