Los colegios que dejan libres los estudiantes se convierten en geriátricos

En los últimos años, la provincia ha visto cómo varios municipios del rural perdían sus escuelas para trasladar a los alumnos a otros centros, la mayoría hacia la capitalidad de la comarca.
Ya sin estudiantes que día a día acudan a sus aulas, los concellos afectados por este tipo de medidas tratan de buscar para los edificios, que son todos de titularidad municipal, alternativas al mero uso académico, casi siempre con la mirada puesta en los geriátricos, la alternativa natural en el medio rural ourensano, muy envejecido. Los alcaldes consultados que han 'perdido' sus colegios dicen ser conscientes del daño que ello hace al futuro de los pequeños concellos aunque reconocen que, en tiempos de crisis, quizás sea inviable el mantenimiento con un número mínimo de estudiantes. Mientras, buscan uso a los edificios que han quedado vacíos.

Los que llevan más ventaja en este sentido son los alcaldes de Lobeira, Emilio Higuero, y Vilar de Santos, Xan Xosé Jardón, que ya tienen claro el proyecto que desean para los inmuebles escolares. El municipio de la Baixa Limia tiene pendiente el inicio de las obras para un futuro geriátrico. Esta fue la idea inicial del regidor desde que en junio de 2008 los últimos 10 estudiantes abandonaron las aulas, pero fue en septiembre del pasado año cuando el pleno acordó la cesión de las instalaciones a la Fundación San Rosendo. La misma idea la baraja Gomesende, que vio perder su escuela a comienzos del curso actual, aunque todavía no ha finalizado el proceso de reparto del mobiliario con Quintela de Leirado, con quien compartía centro educativo.

Fines sociales los tiene también la escuela unitaria de Vilar de Santos, aunque sin perder de vista el rango de edad más joven. De este modo, Jardón asegura que el edificio se convertirá en un 'punto de atención á infancia' gracias a unas obras que deberán concluir a lo largo del verano, puesto que la intención municipal es abrir la guardería en septiembre, una actuación para la que 'xa temos a financiación' necesaria, según explica el alcalde.
Otras localidades parecen no tener todavía muy claro qué hacer con los edificios educativos hoy cerrados. Es el caso de Larouco, cuyo cierre fue anunciado en septiembre de 2012, tan sólo unos días antes de comenzar el curso escolar. 'De momento non temos aínda nada decidido', en palabras del alcalde, Joaquín Prieto. La intención es recuperar el inmueble, pero todavía 'teremos que facer un pleno para ver as propostas'. Lo mismo ocurre en Chandrexa de Queixa, que perdió la escuela en el 2008. 'Temos varias cousas en mente e falamos xa con algunhas empresas de turismo, pero de momento nada en firme', cuenta el regidor, Francisco Rodríguez, aunque algo harán para, 'polo menos, non tela pechada'.

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