Los bonos de 100 euros prometidos por el Concello de Ourense para que cada ourensano gastase en Navidad en el comercio y la hostelería locales no llegarán a tiempo y el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha anunciado que los postergará a la etapa de precampaña, entre los meses de febrero y marzo. Un nuevo retraso burocrático en la gestión municipal o quizás pura estrategia electoral están detrás de este nuevo atraso a la hora de conceder los bonos con los que se pretende ayudar al gasto de todos los censados en la ciudad y dinamizar al mismo tiempo la economía de los pequeños negocios.
El Concello firmó ayer con el presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería, Ovidio Fernández Ojea; y la presidenta de la Federación de Comercio, Beatriz Gómez, el convenio para desarrollar la iniciativa, que no llegará a tiempo para las fiestas navideñas. Dice el regidor que se decidió que era mejor desarrollar la campaña “en la cuesta de después de Navidad”, aunque no empezará en enero sino el 1 de febrero, extendiéndose hasta el 31 de marzo, apenas un mes y medio antes del inicio de la campaña electoral de las próximas elecciones municipales.
La campaña llegará a todos los vecinos censados y el Concello asegura que será la “campaña más importante de España” en apoyo al comercio y la hostelería. Tanto la Confederación de Hostelería como la Federación de Comercio aportan 500 euros, una cantidad simbólica para contribuir a salvar la partida de 10 millones reservada en los presupuestos de 2022 y que, sin este convenio, quedarían inutilizables al inicio del próximo año, ante los retrasos del gobierno local. La presidenta de la Federación de Comercio, Beatriz Gómez, llamó a la sociedad ourensana a “comprometerse a levantar este pequeño comercio que tenemos”.
La oposición criticó este nuevo cambio de postura del Concello de Ourense respecto a los bonos, que califican como “fume electoral”, al no haber bases ni convocatoria “de ningún tipo”. El PSOE, que reitera su apoyo a cualquier medida de dinamización de la economía, acusa a Jácome de “incumprir descaradamente a súa promesa”, al postergarlo más allá de Navidad, pese a que había prometido que estarían en marcha este diciembre. Los socialistas exigen la convocatoria urgente de una mesa de trabajo y solicitarán todos los informes que avalan esta nueva fórmula. Además, acusan al alcalde de llevar a cabo una “campaña de empadroamento encuberta” en las redes sociales, en referencia a la promoción realizada en la que pedía que el que quisiese cobrar este bono se censase cuanto antes, “utilizando o diñeiro público de todos como gancho”.
Por su parte, el BNG lamentó la “incapacidade e incompetencia” del gobierno municipal por no haber gestionado las ayudas “en tempo e forma”, cuando ya se habían prometido hace dos años, y por obligar a hostelería y comercio a usar “a última hora” una práctica “de dubidosa legalidade, xa utilizada polo seu predecesor no anterior mandato”. La Federación de Comercio y la Federación de Hostelería aportan 500 euros cada una, lo que, según el candidato nacionalista, Luis Seara, “persegue o mesmo obxectivo que o asinado no seu día coa Deputación para a execución de varias obras, que non é outro que poder incorporar os 10 millóns ao vindeiro exercicio”. Todo por “a incapacidade e o tacticismo do alcalde e o grupo de goberno”.
