La morosidad de las administraciones mantiene muy preocupados a los constructores ourensanos, según analizaron ayer su asamblea anual ordinaria.
Después del plan de pago diseñado por el Gobierno para que los entes locales pudiesen pagar a sus proveedores (pagos que se hicieron efectivos a lo largo de este mes), los constructores tienen pendiente de cobro las deudas de la Xunta, que no se acogió al citado plan del Gobierno central. La Federación Gallega de la Construcción solicitó a las empresas que le remitiesen una relación de facturas pendientes de cobro, que detectó que la administración autonómica tiene aún sin abonar recibos por 31,3 millones de euros (en el conjunto de la Comunidad) correspondientes a obras realizadas en 2011 y lo que va de 2012, según los datos que dio a conocer ayer el presidente de la Asociación de Constructores de Ourense, Eligio Nieto. Se trata de una cifra calculada a partir de las empresas que voluntariamente comunicaron sus datos, con lo que la cifra real puede ser superior.
Los constructores han mantenido reuniones con la Xunta para demandar el pago de las facturas pendientes y ésta se comprometió a saldar sus deudas, según indicaron los constructores, pero sin concretar los plazos.
La Xunta, por su parte, señaló ayer al respecto que ' non ten ningunha certificación pendente de pago correspondente ao 2011, polo que non é certo que adebede ás empresas cantidades dende ese ano'.
SECTOR RESIDENCIAL
La falta de financiación sigue lastrando la venta de vivienda, a la vez que imposibilita el inicio de nueva obra. Por ello, los constructores ourensanos demandaron ayer que 'las administraciones se esfuercen en solucionar el problema financiero, porque la situación de la economía sólo se arreglará cuando se solvente el problema del crédito', según señaló Nieto.
Así, los constructores 'seguimos comprobando que existe demanda de vivienda', pero si no se vende -en el primer trimestre de 2012 cayó casi un 27% con respecto al a 2011- es por la falta de financiación de las entidades bancarias. Pero los bancos no sólo niegan crédito, sino que también perjudican al sector al priorizar la venta de su stock de vivienda embargada. Según relataron, los promotores llegan a apalabrar ventas con clientes que, cuando van al banco, se vuelven atrás porque les ofrecen sus inmuebles en mejores condiciones.
No obstante, los constructores estiman que en Ourense ya no queda un stock alto, ni de promotores ni de bancos, e incluso hay zonas en las que escasea oferta de vivienda y les interesaría iniciar nuevas obras, pero la falta de financiación lo impide. A su juicio, 'es buen momento para comprar' porque el precio es 'asequible', el IVA está al 4% y hay desgravación fiscal, condiciones estas dos últimas que consideran que se van a modificar.
Los constructores han mantenido reuniones con la Xunta para demandar el pago de las facturas pendientes y ésta se comprometió a saldar sus deudas, según indicaron los constructores, pero sin concretar los plazos.
La Xunta, por su parte, señaló ayer al respecto que ' non ten ningunha certificación pendente de pago correspondente ao 2011, polo que non é certo que adebede ás empresas cantidades dende ese ano'.
SECTOR RESIDENCIAL
La falta de financiación sigue lastrando la venta de vivienda, a la vez que imposibilita el inicio de nueva obra. Por ello, los constructores ourensanos demandaron ayer que 'las administraciones se esfuercen en solucionar el problema financiero, porque la situación de la economía sólo se arreglará cuando se solvente el problema del crédito', según señaló Nieto.
Así, los constructores 'seguimos comprobando que existe demanda de vivienda', pero si no se vende -en el primer trimestre de 2012 cayó casi un 27% con respecto al a 2011- es por la falta de financiación de las entidades bancarias. Pero los bancos no sólo niegan crédito, sino que también perjudican al sector al priorizar la venta de su stock de vivienda embargada. Según relataron, los promotores llegan a apalabrar ventas con clientes que, cuando van al banco, se vuelven atrás porque les ofrecen sus inmuebles en mejores condiciones.
No obstante, los constructores estiman que en Ourense ya no queda un stock alto, ni de promotores ni de bancos, e incluso hay zonas en las que escasea oferta de vivienda y les interesaría iniciar nuevas obras, pero la falta de financiación lo impide. A su juicio, 'es buen momento para comprar' porque el precio es 'asequible', el IVA está al 4% y hay desgravación fiscal, condiciones estas dos últimas que consideran que se van a modificar.
