La provincia de Ourense cuenta con 15 cuerpos de policía local en otros tantos concellos, un número que la sitúa en las cifras de la provincia de Lugo, con 17, y ciertamente por debajo de A Coruña (60) y Pontevedra (39).
Si Galicia cerró el pasado año con 2.515 policías locales, 260 estaban adscritos a concellos ourensanos. En todo caso, estos cuerpos policiales acusan todos un problema común: la estrechez de plantilla, en general mal dimensionada. Y no sólo eso. En algunos casos, los efectivos se hallan por debajo del mínimo que establece la Ley de Coordinación de policías locales de Galicia, del año 2007. En su artículo 30 se establece que 'el número mínimo de efectivos con que contarán los cuerpos de policía local será de dos policías y un oficial'. Municipios como Vilamartín de Valdeorras, A Veiga, Maceda, A Rúa, Pobra de Trives, se encuentran en la actualidad por debajo de ese mínimo.
No necesariamente son éstos los concellos más acuciados, en términos estrictamente policiales, por las limitaciones de efectivos. No hace ni tres meses, el superintendente de la Policía Local de Ourense, Abelardo Ulloa, denunciaba públicamente que en la ciudad, 'de una plantilla de 153, sólo prestan servicio 120', y que, por si fuera poco, 'el trabajo se consume cubriendo expedientes'. Y añadía: 'los dos primeros años de este ejercicio de gobierno, no se tomó en serio a la policía y no se convocaron plazas'. Ahora, se espera cubrir 11.
Verín cuenta con 17 agentes, al igual que O Barco de Valdeorras. Su alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, admite que 'necesitamos más personal, pero debido a la crisis ahora es imposible aumentar plantilla'. La crisis en la que están inmersas las arcas municipales, impiden la mejor dotación de las plantillas de sus policías. Precisamente, como efecto de la crisis, están aumentando los hechos delictivos de baja intensidad (hurtos, robos), la llamada conflictividad de proximidad, un ámbito donde la policía local, por ser la más próxima al ciudadano, resulta más efectiva. ¿Problema? 'Los efectivos, lejos de incrementarse, incluso se ven mermados por las bajas o la lentitud con que se cubren plazas de personas que se jubilan', subrayan desde el Sindicato Profesional de Policías Municipales.
'Tenemos un servicio de vigilancia nocturno, realizamos colaboraciones con la Policía Nacional y la Guardia Civil, hacemos vigilancia de maltrato, custodia judicial... no damos abasto. Lo ideal sería que para tareas en colaboración con las fuerzas de seguridad, la administración central nos compensara', afirma Morán, que cree que 'con tres agentes más estaríamos bien dimensionados'.
En O Barco, 'dadas las circunstancias -afirma el regidor, Alfredo García- no se prevé aumentar la plantilla a corto plazo. Las ultimas incorporaciones fueron hace cinco años'. Las vacaciones 'dejan el servicio algo cojo', admite.
No necesariamente son éstos los concellos más acuciados, en términos estrictamente policiales, por las limitaciones de efectivos. No hace ni tres meses, el superintendente de la Policía Local de Ourense, Abelardo Ulloa, denunciaba públicamente que en la ciudad, 'de una plantilla de 153, sólo prestan servicio 120', y que, por si fuera poco, 'el trabajo se consume cubriendo expedientes'. Y añadía: 'los dos primeros años de este ejercicio de gobierno, no se tomó en serio a la policía y no se convocaron plazas'. Ahora, se espera cubrir 11.
Verín cuenta con 17 agentes, al igual que O Barco de Valdeorras. Su alcalde, Juan Manuel Jiménez Morán, admite que 'necesitamos más personal, pero debido a la crisis ahora es imposible aumentar plantilla'. La crisis en la que están inmersas las arcas municipales, impiden la mejor dotación de las plantillas de sus policías. Precisamente, como efecto de la crisis, están aumentando los hechos delictivos de baja intensidad (hurtos, robos), la llamada conflictividad de proximidad, un ámbito donde la policía local, por ser la más próxima al ciudadano, resulta más efectiva. ¿Problema? 'Los efectivos, lejos de incrementarse, incluso se ven mermados por las bajas o la lentitud con que se cubren plazas de personas que se jubilan', subrayan desde el Sindicato Profesional de Policías Municipales.
'Tenemos un servicio de vigilancia nocturno, realizamos colaboraciones con la Policía Nacional y la Guardia Civil, hacemos vigilancia de maltrato, custodia judicial... no damos abasto. Lo ideal sería que para tareas en colaboración con las fuerzas de seguridad, la administración central nos compensara', afirma Morán, que cree que 'con tres agentes más estaríamos bien dimensionados'.
En O Barco, 'dadas las circunstancias -afirma el regidor, Alfredo García- no se prevé aumentar la plantilla a corto plazo. Las ultimas incorporaciones fueron hace cinco años'. Las vacaciones 'dejan el servicio algo cojo', admite.
