Crece el ahorro en Ourense: más de 9.800 millones en las entidades financieras

 Un hombre retira dinero en efectivo en el cajero automático de una sucursal bancaria.
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Los depósitos en los bancos de la provincia de Ourense se disparan hasta los 9.837 millones de euros en plena inflación, superando las cifras anteriores, mientras que la venta de vivienda este año desvela que casi un 40% de las transacciones se hicieron al contado

La fama de ahorradores de los ourensanos se sustenta en datos oficiales. Un ejemplo es la cantidad de dinero guardada en los bancos y otro las ventas de vivienda que no han necesitado hipoteca. El Banco de España certifica que en septiembre el ahorro en las entidades financieras de la provincia llegaba a 9.837 millones de euros, mientras que las transacciones de vivienda habían sumado en el mismo periodo 1.420 operaciones, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según la misma fuente, en el mismo periodo se concedieron 880 hipotecas sobre vivienda. Es decir, un 38,8% de los compradores no necesitó ir al banco a pedir un préstamo.

Por lo que respecta al volumen de depósitos, sigue en Ourense la senda alcista, sin que en apariencia se erosione el ahorro por la inflación, que se ha disparado este año: los productos están más caros, la disponibilidad del dinero es menor. Los estados financieros de los bancos reflejaban al concluir 2021 que había 9.325 millones, con lo que hasta septiembre la cifra creció en 512 millones de euros. Desde la pandemia, la cantidad subió en 729 millones, desde los 9.108 millones del 2020 a los 9.837 de la actualidad. 

¿Cuál puede ser el motivo por el que se sigue produciendo este incremento en los depósitos? Alberto Vaquero, profesor de la Facultad de Empresariales, apunta, entre otros motivos, a “la preparación para la jubilación, ya que la renta postlaboral será sensiblemente menor”, así como “alcanzar cierto nivel de tranquilidad económica y financiera gracias a ese colchón económico”.

Este escenario se produce en Ourense “por la estructura demográfica”. Un tercio de los habitantes de la provincia tiene 65 años o más “y la población de cierta edad quiere tener una vida tranquila desde la óptica financiera, de ahí que destine una parte importante de su renta al ahorro, aunque la remuneraciones bancarias ya no serán ni de lejos lo que fueron”, dice Vaquero. 

El economista David Martínez añade que los ahorradores “no encuentran las garantías suficientes para invertir sus ahorros en proyectos dinamizadores de la economía”. La sociedad debería ser capaz de “motivar la circulación del capital”.  Cree que en la coyuntura actual “ni empresarios ni entidades financieras que cuentan con la confianza de los ourensanos, estarán viendo claro el marco económico necesario para arriesgar”.  

Martínez estima que la mayoría de los ciudadanos probablemente “no vean claro el resultado de aportar para nuevos proyectos”. En cuanto a inversiones reconoce que “el ladrillo es un recurso más seguro” a la hora de canalizar los ahorros. Y es que, en la actualidad, los activos inmobiliarios siguen teniendo interés para invertir. Fuentes del sector inmobiliario local confirman que parte de las ventas en Ourense “se pagan con años de ahorro y sin depender de hipotecas”. Además, la compra de viviendas para alquilar “es una alternativa porque rinde más el dinero así que inmovilizado en el banco”, según las mismas fuentes.

Leve crecimiento del crédito, lo que limita la inversión y el riesgo empresarial

Los préstamos concedidos por las entidades financieras en la provincia crecen levemente, según los datos del Banco de España, pero siguen muy por debajo de los años de la crisis financiera que estalló en el 2008, cuando saltó por los aires el ritmo de endeudamiento de familias y empresas. Un ejemplo: en el año 2009 se contabilizaban créditos por valor de 5.298 millones de euros y en septiembre de este año, 3.450  millones.

Las cifras de préstamos revelan escasa necesidad de endeudamiento, pero también que la capacidad de inversión en diferentes iniciativas, incluidas las empresariales, está muy constreñida. Además, el destino del dinero a vivienda, como subraya Alberto Vaquero, acaba siendo “una de las razones por las que se incrementa el ahorro”. David Martínez señala que “lo sencillo sería decir que los ourensanos son conservadores en el manejo de su dinero”, de ahí que no se endeuden con créditos, pero también se inclina a pensar que la estructura socioeconómica de Ourense limita las inversiones.

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