El gran atasco que sufrió hace seis años el Juzgado de Instrucción número 3 todavía pasa factura hoy en día

Cuarenta casos se benefician al año de la lentitud y dilación judiciales

El Juzgado de Instrucción 3, en la imagen, está ubicado en la primera planta del Pazo de Xustiza. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Hubo un tiempo, hace ya seis años, en el que el Juzgado de Instrucción 3 de la ciudad era un caos en el que hasta aparecieron expedientes guardados en un cajón para así olvidarse de que existían, lo que le valió un expediente a un funcionario. En 2008, periodo en el que el despropósito alcanzó cima, incluso llegó a cerrar con cerca de 2.500 casos pendientes de resolución, cuando hoy tan siquiera llegan a los 600 (dato de uno de enero de 2013).
Fueron tiempos de congestión e investigaciones, dislates que poco a poco fueron corrigiéndose con refuerzos de personal, expedientes y llamamientos a la productividad. Pero las cuestiones que pasan por los juzgados son de largo recorrido y, si hay atasco, hasta dignas de hacer maratón. Aún a día de hoy, a los juzgados penales y la Audiencia provincial le llegan procedimientos dilatados en el tiempo más allá de lo considerado razonable, casi todos sin grandes complejidades jurídicas, cuyos imputados se benefician de la atenuante de dilaciones indebidas.

Este mismo mes, José Ramón Pereira Montes veía rebajada su petición de pena por tráfico de drogas de cuatro años, lo que en caso de condena le reportaría una estancia en prisión, a 10 meses, y que aceptó de buen grado ya que no tendrá que ingresar en prisión. Su caso fue abierto el 10 de febrero de 2008 y no llegó a sala hasta el 14 de marzo de 2013.


DILACIONES INDEBIDAS

'Las llamadas dilaciones indebidas deben ser tenidas muy en cuenta a la hora de aminorar la pena en tanto que, aunque los retrasos se dan en todos los órdenes jurisdiccionales, hay que velar especialmente por atajarlos en el orden penal, por la entidad de los valores y derechos implicados', aseguran fuentes de la fiscalía. Al año, según estiman fuentes judiciales, el partido de Ourense se mueve en torno a los 40 casos, la mayor parte derivados de Instrucción 3, en los que se plantee esa atenuante para rebajar la condena.

El juez decano, Antonio Piña, valora que las soluciones al 'colapso monumental' de ese órgano durante años van por el buen camino. 'Los refuerzos de personal han aligerado la carga de trabajo de forma paulatina de forma que ahora ya está en tiempos de respuesta considerados normales', asegura. El hecho de que ese juzgado lleve en exclusiva los asuntos de violencia de género en Ourense no lo considera una rémora porque, 'al tiempo, está exento de querellas, se reparten entre los otros dos juzgados, y de cada tres diligencias sin fecha terminada se le quita una' a modo de compensación. Además, del refuerzo de personal ya que cuenta, además de la magistrada titular y un secretario, con dos funcionarios dedicados a la gestión procesal, cuatro de tramitación y otro más de auxilio judicial.

Una prueba de que va encarrilado es que finalizó el último trimestre de 2012 con 595 asuntos pendientes cuando el Juzgado de Instrucción 1, por ejemplo, según confirmó su titular, tenía 700. En esos tres últimos meses del año, ingresó 1.504 casos nuevos y resolvió 1.453.

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