Daniel Pino, ilustrador y estudiante de Bellas Artes, ha inaugurado su exposición Viaxe ao país dos abrazos en el Centro Social A Esmorga. Se trata de siete fotografías y cinco dibujos con los que el artista muestra la situación vital de la gente en la India.
¿Qué reflejan sus composiciones?
Se trata de fotografías sociales. Muestro el contraste que existe entre la pobreza y el enorme caos material que se vive en la India, con la actitud positiva que tienen sus habitantes hacia la vida. Allí trabajan mucho y tienen muy poco pero siempre están dispuestos a escucharte y son personas mucho más abiertas.
¿Se queda con alguna foto en especial?
Hay una que me gusta mucho en la que aparece un grupo de mujeres rodeadas de un gran caos de movimiento de vehículos, bicicletas, comerciantes... Con ella quiero mostrar la problemática de la mujer en la sociedad hindú. Me daba la impresión de que vivían muy aisladas.
¿Cómo surgió la idea de este proyecto?
Viajé a la India seis semanas con una beca de la escuela Antón Faílde. Cuando llegas allí, realmente te sorprendes de lo distintas que son las cosas en comparación con el mundo occidental. Así que decidí intentar plasmar todas estas sensaciones en mi trabajo y mostrar como es la vida de las personas en ese lugar.
¿Cómo se lleva el regreso de un viaje por la India?
Para mí fue un cambio brutal porque salí de Ourense para ese país y al volver me fui directamente a Barcelona a estudiar. Te cambia el chip. La India realmente es otro mundo, aunque cosas de aquí están llegando allí, la actitud de la gente no tiene nada que ver. Aquí te encuentras más solo y aislado. Además, todo lo hacemos mucho más rápido y estamos muy estresados.
Se trata de fotografías sociales. Muestro el contraste que existe entre la pobreza y el enorme caos material que se vive en la India, con la actitud positiva que tienen sus habitantes hacia la vida. Allí trabajan mucho y tienen muy poco pero siempre están dispuestos a escucharte y son personas mucho más abiertas.
¿Se queda con alguna foto en especial?
Hay una que me gusta mucho en la que aparece un grupo de mujeres rodeadas de un gran caos de movimiento de vehículos, bicicletas, comerciantes... Con ella quiero mostrar la problemática de la mujer en la sociedad hindú. Me daba la impresión de que vivían muy aisladas.
¿Cómo surgió la idea de este proyecto?
Viajé a la India seis semanas con una beca de la escuela Antón Faílde. Cuando llegas allí, realmente te sorprendes de lo distintas que son las cosas en comparación con el mundo occidental. Así que decidí intentar plasmar todas estas sensaciones en mi trabajo y mostrar como es la vida de las personas en ese lugar.
¿Cómo se lleva el regreso de un viaje por la India?
Para mí fue un cambio brutal porque salí de Ourense para ese país y al volver me fui directamente a Barcelona a estudiar. Te cambia el chip. La India realmente es otro mundo, aunque cosas de aquí están llegando allí, la actitud de la gente no tiene nada que ver. Aquí te encuentras más solo y aislado. Además, todo lo hacemos mucho más rápido y estamos muy estresados.
