Juan Álvarez, miembro de la entidad desde hace más de 40 años, reclama soluciones a la directiva

'Me daría vergüenza que se dejara morir el Club de Tenis'

Instalaciones del Club de Tenis en la zona del Pazo de Ramirás. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Juan Alvarez Ortiz es exdirectivo y uno de los más veteranos socios del centenario Club de Tenis y se muestra tajante a la hora de valorar la posibilidad de que la emblemática asociación de Ourense llegara a desaparecer: 'Me daría vergüenza que se dejara morir este emblema de la ciudad'. Álvarez es uno más de los que exige a la junta directiva que adopte las medidas que sean necesarias para salvar el club, que se encuentra en concurso de acreedores desde marzo y, ahora, en proceso de liquidación, según anunció el presidente de la entidad a los socios en una asamblea el pasado jueves.
Asegura Álvarez que, como socio del club y uno de los cien parcelistas que integran la zona del Pazo de Ramirás, está convencido de que su forma de pensar es compartida por muchos otros miembros. Así, pone el ejemplo de que del centenar de 'parcelistas' que hay 'con la mano en el corazón puedo asegurar que al menos 55 no queremos que esto se hunda'.

Juan Álvarez forma parte del Club de Tenis desde hace más de 40 años y fue directivo del mismo en los años 80 del siglo pasado. Recuerda cuando tenía su sede en la calle del Paseo y señala que 'el Club vivía una época esplendorosa. Era un emblema de la ciudad y cuando se instaló en el Pazo de Ramirás, en el año 1975, era la insignia de la urbanización'.

No entiende Juan Álvarez que la actual directiva atribuya la situación a la crisis, a la competencia de otros clubes o al conflicto con los propietarios de la urbanización. 'La suspensión de pagos no surge de la noche a la mañana y yo creo que la directiva tenía que haberla atajado a tiempo, pero no hizo nada', afirma Juan álvarez, quien descarta que las causas sean la crisis o los 'parcelistas'.

Apunta al bajo que adquirió el Club en la avenida de La Habana, que supone una enorme carga hipotecaria que no puede asumir en estos momentos la entidad. 'Dividir el Club de Tenis entre el Pazo de Ramirás y el espacio de la avenida de La Habana fue un error muy grande', asegura, para concluir que 'en mi opinión hay que potenciar el Pazo', pero por encima de todo, reclama a la junta directiva que busque soluciones. 'Después de 106 años de historia, me daría vergüenza que se dejara morir esta institución. Es un emblema de la ciudad y hay que luchar para salvarla', concluyó.

Te puede interesar