La reunión ayer del Consejo de Administración de Urbaourense, la sociedad urbanística que cesó su actividad en diciembre de 2012, constituyó la comisión liquidadora de la entidad, que acordó, con la mayoría del PP, que todos los bienes muebles reviertan a la Diputación y que se continúe la tramitación de los convenios pendientes con ayuntamientos -Taboadela, Oímbra, Nogueira, A Gudiña y Esgos- hasta su ejecución.
Se desiste del convenio con Vilamartín. A modo de conclusión, Urbaourense cierra con existencias (fincas) por valor de 19 millones de euros aunque en el mercado actual son puramente virtuales, critica el BNG. Además, deja un notable gasto en alquiler del local 'para nada' y mobiliario por valor de más de 32.000 euros, el 'resumo dundisparate', según los nacionalistas.
